El difícil reto electoral

La percepción generalizada es que el PP ganará las elecciones del 22-M. A pesar de los intentos del PSOE, la realidad es que son unas primarias muy trascendentes. El nivel de la victoria estará marcado tanto por la diferencia en el porcentaje de votos como por ver si se consiguen algunos de los objetivos más difíciles. Hay que tener en cuenta que la distancia entre los dos grandes partidos no será como en unas generales, porque hay muchas listas con independientes en poblaciones medianas y pequeñas. Por ello, una distancia de 3 a 5 puntos sería una victoria tan clara como contundente. La otra vara de medir será el número de capitales de provincia, diputaciones y comunidades. La expectación se centra en ver qué sucede en Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Baleares, Canarias y Asturias. Es evidente que si el PP consigue las dos primeras estaríamos ante una derrota de enorme magnitud para el PSOE. Es difícil pero no es imposible si moviliza a una población que quiere el cambio. Las otras comunidades parece más fácil porque puede ganar y gobernar en coalición.