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El Vaticano se prepara para el Año de la Fe

La Iglesia Católica "es plenamente consciente de los problemas que debe afrontar actualmente la fe", asegura hoy el Vaticano en un comunicado sobre la nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe con indicaciones pastorales para el Año de la Fe, que será publicada el 7 de enero.

Con la carta apostólica "Porta fidei", Benedicto XVI proclamó un Año de la Fe, que comenzará el 11 de octubre 2012, fecha del 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y que terminará el 24 de noviembre 2013.

Con la promulgación de dicho Año, el papa "desea colocar en el centro de la atención eclesial aquello a lo que, desde el inicio de su pontificado, concede mayor importancia: el encuentro con Jesucristo y la belleza de la fe en Él", refiere el comunicado.

Por encargo de Benedicto XVI, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha redactado una nota con indicaciones pastorales para el Año de la Fe, que, con fecha 6 de enero, será publicada el sábado.

La nota recordará, según el comunicado, que "el inicio del Año de la Fe coincide con el recuerdo agradecido de dos grandes eventos que han marcado el rostro de la Iglesia en nuestros días: el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, por voluntad del beato Juan XXIII (11 de octubre de 1962) y el XX aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica, ofrecido a la Iglesia por el beato Juan Pablo II (11 de octubre de 1992)".

El Concilio Vaticano II, "a partir de la luz de Cristo ha querido ahondar en la naturaleza íntima de la Iglesia y su relación con el mundo contemporáneo", señala el comunicado.

Desde el inicio de su pontificado, explica, Benedicto XVI "se ha comprometido firmemente en procurar una correcta comprensión del Concilio, rechazando como errónea la llamada hermenéutica de la discontinuidad y la ruptura y promoviendo la que él mismo ha llamado hermenéutica de la reforma, de la renovación en la continuidad".

En cuanto al Catecismo de la Iglesia Católica, como "auténtico fruto del Concilio Vaticano II"comprende "cosas nuevas y cosas antiguas".

Por una parte, dice, "retoma el antiguo y tradicional orden de la Catequesis, articulando su contenido en cuatro partes: el Credo, la Liturgia, el obrar cristiano y la oración, pero, al mismo tiempo, expresa todo ello de modo nuevo, para responder a los interrogantes de nuestra época".

"El Año de la Fe será una ocasión privilegiada para promover el conocimiento y la difusión de los contenidos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica", asegura.
Junto a una solemne celebración por el inicio del Año de la Fe y a otros eventos en los que participará el Santo Padre (Asamblea del Sínodo de los Obispos, Jornadas Mundiales de la Juventud católica en Brasil en 2013), se auspician iniciativas ecuménicas para "invocar de Dios y favorecer el restablecimiento de la unidad entre todos los cristianos".

Además, "tendrá lugar una solemne celebración ecuménica para reafirmar la fe en Cristo de todos los bautizados".

En el ámbito de las Conferencias Episcopales, se invita a mejorar la calidad de la formación de la catequesis eclesial y a utilizar ampliamente "los nuevos lenguajes de la comunicación y del arte, en transmisiones televisivas o radiofónicas, películas y publicaciones, también de nivel popular, accesibles a un público amplio, sobre el tema de la fe, sus principios y contenidos, así como del significado eclesial del Concilio Vaticano II".

A nivel diocesano, el Año de la Fe se considera, entre otras cosas, una ocasión de "diálogo renovado y creativo entre fe y razón mediante simposios, congresos y jornadas de estudio, especialmente en las universidades católicas", y como tiempo favorable para "celebraciones penitenciales en las que se ponga un énfasis especial en pedir perdón a Dios por los pecados contra la fe", subraya.

En el ámbito parroquial, la propuesta central sigue siendo la celebración de la fe en la liturgia, concretamente en la Eucaristía, porque "en la Eucaristía, misterio de la fe y fuente de la nueva evangelización, se proclama, celebra y fortalece la fe de la Iglesia", refiere.