Inma Shara: «No me puede tocar el Gordo: no juego»

-Otro concierto benéfico. Usted siempre tan filantrópica...
-La música me da tanto que siento la necesidad, la obligación de dar.

-Dicen que la caridad bien entendida empieza por uno mismo...
-Sí. Primero hay que quererse a uno mismo, pero no demasiado, porque entonces caemos en el divismo. Rechazo el divismo, carece de sentido.

-¿Qué palabra prefiere, caridad, solidaridad o justicia?
-Justicia.

-¿Sabe por qué mucha gente es buena sólo en Navidad?
-No, pero sé que ser bueno sólo en Navidad es hipocresía.

-¿Qué no le gusta de estas fiestas?
-El excesivo consumismo, el perfil materialista. Creo en una Navidad basada en las relaciones humanas más que en los regalos.

-Sube al podio y pierde la timidez. ¿Qué gana?
-La utopía. La música está hermanada con la utopía.

-Le sacan los colores los piropos. ¿Qué otra cosa le sonroja?
-Me sonroja lo que me incomoda, por ejemplo, una grosería. Amo los valores tradicionales.

-Se define como moderada y liberal. Será algo más, ¿no?
-Soy una persona de bien que quiere hacer el bien.

-Me imagino que tiene la agenda llena de conciertos para 2011...
-Sí, tengo bastantes. Otro año de vivir en hoteles y aeropuertos.

-¿Qué hace en los aeropuertos y hoteles, en las horas de espera?
-Estudiar mucho. En mi oficio hay que estudiar mucho y constantemente. También es verdad que a veces me siento sola.

-No sé si se nota la crisis en el mundo de la música...
-Sí, sobre todo en lo que depende de las instituciones públicas. Hay casi un 50 por ciento menos de festivales y conciertos.

-Vuela mucho. ¿Qué le parece que hayan prorrogado el Estado de Alarma?
-La verdad, no lo sé. Doctores tiene la política que os sabrán responder.

-Creo que vivimos en un estado de alarma permanente...
-Sí, por la crisis de valores, la competencia agresiva, la crispación.

-En este concierto, Juan Carlos Calderón dirigirá dos villancicos suyos. Gran foto: la mujer cediendo la batuta al hombre... por un rato.
-Ja, ja, ja. Bueno, es un honor para mí y un homenaje a él: a Calderón le acaban de dar un Grammy por toda su carrera.

-El concierto coincide con el sorteo de la Lotería. ¿Y si se entera de que le ha tocado el Gordo en el podio?
-No me puede tocar: no juego. Nunca juego a nada.

-«El juego es altamente moral: sirve para arruinar a los idiotas».