«ICV y el Govern me han denunciado porque tengo opciones de ganar»

Barcelona –A Xavier García Albiol se le conoce por su política de mano dura con la inmigración. ¿Responde a una estrategia electoral o quiere denunciar una realidad?
– Lo que es una estrategia política es llevarme a la cárcel, como pretenden hacer ICV y el gobierno de José Montilla, por hablar de los problemas reales que sufren vecinos de Badalona. La denuncia por delito de xenofobia que me han puesto no es casual. ¿Por qué no me denunciaron hace tres años cuando lancé el vídeo de «7 minutos» que tiene el mismo contenido que los panfletos? Porque antes no tenía opciones de ganar y ahora sí. Las encuestas dicen que el PP puede ganar en Badalona.

– ¿Desde cuándo su prioridad política se centra en resolver los problemas que a su entender genera la inmigración ?
– Desde 2003, aunque las cosas han cambiado. Ahora, el 15 por ciento de la población de Badalona es inmigrante –30.000 de los 220.000 habitantes–. El colectivo más numeroso es el marroquí, seguido del paquistaní, chino, ecuatoriano y rumano.

– Badalona, tal y como ha denunciado el PP a través de vídeos y folletos, ¿es una ciudad con graves conflictos sociales, choques raciales y donde los delincuentes actúan impunemente?
– Hay una serie de barrios con graves problemas de desvertebración social, motivados por situaciones de inseguridad y convivencia, fruto de la llegada de una minoría de inmigrantes que han venido a delinquir y a hacer la vida imposible a los badaloneses.

– Cuando habla de una minoría de inmigrantes que infringen las normas, ¿piensa en el colectivo de gitanos de origen rumano?
– En Badalona, hay más de cien nacionalidade y algunas tienen unas costumbres culturales diferentes que generan problemas de convivencia. L'Hospitalet tiene menos problemas de integración porque la mayoría de sus inmigrantes son de origen latino. En cambio, en Badalona, la mayoría de extranjeros son de países de influencia musulmana. Si añadimos que tenemos una presencia importante de gitanos de origen rumano , el resultado es un cóctel que genera situaciones conflictivas en los barrios donde se concentran: La Salut, Llefià, Artigues, Sant Roc, El Remei y Sant Crist.

– ¿Qué características tienen estos barrios?
– Son barrios que crecieron en los años 50 y 60, en los que se alojó la inmigración que entonces vino de Andalucía. En muchos casos carecen de mixtura de usos –comercios, oficinas, equipamientos– y lo más preocupante es que empiezan a aparecer guetos.

– ¿Los vecinos se quejan?
– Recibimos constantemente denuncias de vecinos. Unos tienen a 15 personas empadronadas en un piso y otros están hartos de que sus vecinos tiren la basura por la ventana. Incluso hay quien a malvendido su piso porque no aguantaba la tensión.

– Hay quien dice que exagera. Badaloneses como Toni Soler o jugadores de «La Penya» lanzarán una campaña para contrarrestar «la mala imagen que el PP difunde de la ciudad».
– Respeto la iniciativa, pero la visión de personas dedicadas al mundo del arte y la televisión es diferente de la mía. Hasta las elecciones municipales habrán movimientos de este tipo porque hay gente interesada en que no cambie nada.

– ¿Qué políticas no funcionan?
– Creo en las políticas de integración, pero también creo que se han de reforzar. Por el contrario, los que no se quieren integrar y vienen a delinquir, no tienen cabida en Badalona. Hace falta más presión policial.

– ¿Aboga pro recuperar la figura del agente de barrio?
- Abogo por que los barrios más conflictivos tengan presencia policial las 24 horass. Si soy alcalde construiré un cuartel en la zona sur de Badalona.

– ¿Y qué modelo de integración defenderá?
– Que personas que vienen de fuera de forma legal sean uno más, que no tengan ni más derechos ni menos. No puede ser que servicios sociales básicos como la sanidad o la educación queden monopolizados por inmigrantes.

– Sanidad y educación son dos servicios a los que da acceso el registro en el padrón. ¿El PP no comparte este principio?
– Una orden del abogado del Estado dice que se ha de inscribir a todo el mundo en el padrón, no la compartimos, pero la respetamos. Sin embargo, en nuestro programa de inmigración defendemos que los ayuntamientos faciliten la relación de todos lo empadronados a la policía para que puedan detectar a los ilegales y proceder a su expulsión.

– La denuncia de ICV no le intimida. No ha rebajado su discurso políticamente incorrecto...
– Fui a declarar porque ICV me puso una denuncia política. Si lo que quieren es silenciarme, hacen silenciar a miles de vecinos que sufren un problema.

– ¿Por qué le acusan de xenófobo?
– Es la respuesta de quien no tiene soluciones para resolver un problema. Difícilmente se acusará al alcalde de Badalona de racista porque ignora los conflictos que genera la inmigración. Mientras el PSC e ICV pierden el tiempo con denuncias, los vecinos me paran por la calle para agradecerme que haya alguien que se atreva a hablar. Esto es lo más importante.

La calle no es para rezar
 -¿Apoya la construcción de un oratorio?
-Soy muy crítico con la voluntad del Ayuntamiento de ceder terreno público para una mezquita. Si la comunidad musulmana quiere rezar que alquile o compre un local, o rece en su casa. Si soy alcalde las pistas deportivas serán para jugar y hacer deporte y la vía pública para pasear y no para rezar, como pasa ahora que se los viernes hay 400 musulmanes rezando en la calle.

PERFIL
Un político políticamente incorrecto
Hablando en clave de política catalana, el nombre de la semana es el de Xavier García Albiol (Badalona, 1967). El presidente del PP de Badalona declaró ante la Fiscalía después de que ICV le denunciara por difundir unos folletos «xenófobos», donde vinculaba inmigración rumana con delincuencia. Le arroparon Alicia Sánchez-Camacho y Alberto Fernández. A García Albiol no le quita el sueño la denuncia. Dice que es una estrategia política para frenarle. Explica que las encuestas, por primera vez, dan la victoria al PP en Badalona. Aunque se dedique a su ciudad, ayudará a Sánchez-Camacho en la campaña, donde el PP no teme hablar de inmigración. Ayer, el PP denunció que un colegio público de Tarragona envía cartas en árabe y catalán.