Rajoy: «Sólo puedo decidir entre un mal y un mal peor»

MADRID- Última sesión de control al Gobierno del periodo de sesiones.El perímetro del Congreso sigue blindado. Transeúntes, diputados y funcionarios se quejan del disposituvo de seguridad. Pero ni es nuevo ni es la primera vez que los agentes solicitan identificación a todo el que intente cruzar la Carrera de San Jerónimo. Ocurrió en la Legislatura anterior y en la anterior... La novedad: las vallas instaladas en Cedaceros y en Neptuno son de metro y medio de altura, mientras que las habituales no pasaban de los 50 cm. Ésta es la polémica que ocupa en pasillos y patio. Pero dentro, en el hemiciclo, el presidente Rajoy responde con crudeza a las críticas a las medidas aprobadas:«Desgraciadamente, este Gobierno no puede decidir entre un bien y un mal; sólo entre un mal y un mal peor». Fue su respuesta al jefe de la oposición cuando éste le preguntó por los últimos ajustes. La situación es la que es y el margen de maniobra practicamente nulo, vino a decir Rajoy a un Rubalcaba que ayer subió un pelín el tono y se afanó en hacer ver que las medidas sólo lograrán «más injusticia y más sufrimiento».

Los tres portavoces que preguntaron al jefe de Gobierno –Cayo Lara, Josep Antoni Duran Lleida y Alfredo Pérez Rubalcaba– lo hicieron por el mismo asunto. Y aunque la respuesta fue para todos similar, fue en la que ofreció al número uno del PSOE cuando el presidente devolvió la pelota a la oposición: «Si no puedo bajar los gastos ni puedo subir los ingresos, ¿me puede explicar cómo se puede reducir el déficit público? Porque yo confieso que lo desconozco», le espetó. Pero Rubalcaba insistió en que no se saldrá de la crisis «desentendiéndose» de los parados y dependientes ni con subidas de impuestos, ni recortando salarios públicos.

«No podemos gastar lo que no tenemos porque no nos lo dan –le respondió el presidente–. Nos estamos gastando 30.000 millones en intereses de la deuda y eso no nos permite hacer muchas de las políticas que a usted y a mí nos gustaría hacer». Después, Rajoy explicó que las medidas aprobadas pretenden «reducir el déficit público y que la economía sea más flexible y competitiva» con el fin de crecer y crear empleo. Y aunque reiteró que los efectos no se notarán de manera inmediata, sí «sientan las bases» para que en España haya una recuperación de la economía, «mejore el bienestar y se puedan crear puestos de trabajo».

En su respuesta a Cayo Lara, el presidente volvió a admitir que ha tenido que optar por la vía más «dura y difícil», pero también la «más responsable», porque los problemas de la economía «no se arreglan contándolos» sino, «tomando decisiones», incluidas algunas que no se han «atrevido» a adoptar partidos que presumen de ser de izquierdas.

Duran Lleida, el portavoz de CiU, escenificaría después la ruptura del apoyo que su formación ha dado al Gobierno en la mayoría de las reformas, al tiempo que reprobó los últimos recortes por la forma y por el fondo.

Montoro avisa de que no podrá pagar las nóminas
El ministro de Hacienda pidió ayer al PSOE ayuda para explicar «sensatamente» que, si no se suben los impuestos y se aumenta la recaudación, no se podrán pagar los salarios de los empleados públicos. Se lo dijo a la diputada socialista, Meritxel Batet, que le había preguntado por la supresión de los días de libre disposición y de la paga extra de Navidad a los empleados públicos y acusar de paso al Gobierno de «devaluar lo público». Cristóbal Montoro le replicó que nadie puede decir «sensatamente» que aumentar la jornada laboral de los empleados públicos no suponga ahorro. «Ellos –los empleados públicos– saben mejor que nadie que no hay dinero y que su sueldo depende de los impuestos. Si no sube la recaudación, estamos en riesgo de pagar esas nóminas y eso es lo que está sucediendo en las comunidades y en las corporaciones locales», afirmó. El titular de Hacienda se preguntó por qué no se puede decir esto «sin hacer esos aspavientos», en referencia a la intervención de la diputada socialista, ya que dijo estar convencido de que «los funcionarios son los primeros que en su predicamento, en su conducta y en su trabajo de cada día están dispuestos a sacar a España adelante».