El Gobierno aplaza su reunión con las constructoras horas después de confirmarla

Una indiscreción por parte de alguno de los invitados desvelando el día de la misma (mañana miércoles) dio al traste con la reunión que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tenía previsto mantener con los principales ejecutivos de los grandes grupos constructores españoles para tratar, entre otros asuntos, las inversiones en infraestructuras para los próximos años y los recortes anunciados por el titular de Fomento, José Blanco.

La expectación despertada nada más hacerse pública la fecha de la misma ha provocado la reacción de Moncloa, que ha preferido aplazarla sin concretar fecha para no añadir más tensión en la economía, después del anuncio realizado el domingo –también por el titular de Fomento, José Blanco– de la conveniencia de subir los impuestos para poder seguir manteniendo los servicios públicos y el Estado del Bienestar.

En la presidencia del Gobierno no ha sentado nada bien la publicidad de una reunión que hasta ayer mismo había mantenido su carácter de secreta.

Las peticiones de los grandes grupos constructores son de sobra conocidas por el Gobierno. La media docena de presidentes que habían sido invitados a la reunión han tratado de hacer ver al Ejecutivo la conveniencia de no recortar inversión productiva para no perjudicar aún más las cifras de desempleo. Según fuentes empresariales, el recorte de 6.400 millones de euros en la inversión prevista en infraestructuras podría tener un coste de entre 100.000 y 120.000 puestos de trabajo.

A la reunión habían sido convocados los presidentes de ACS (Florentino Pérez), Ferrovial (Rafael del Pino), FCC (Baldomero Falcones), Sacyr Vallehermoso (Luis del Rivero), Acciona (José Manuel Entrecanales) y OHL (Juan Miguel Villar Mir). Sobre la mesa de trabajo estaría la petición de ayudas fiscales o crediticias a través del ICO para que las empresas puedan afrontar los problemas de liquidez derivados del parón de las obras en los próximos ejercicios.