Cataluña
La lucha contra el sida a pie de calle
Rebeca llegó a Cataluña hace diez años desde el África Subsahariana. Para sobrevivir, ejerció la prostitución en las calles de Barcelona donde contactó con un proyecto liderado por varias ONG's y el Hospital Clínic de prevención y promoción de la salud reproductivosexual.
Y ahora, tras formarse como agente de salud gracias a la entidad Médicos del Mundo, Rebeca sigue estando a pie de calle, pero informando a sus paisanas de los peligros del sida y de otras enfermedades infecciosas e instándoles a que se protejan y se cuiden.
«Les explico la importancia de utilizar el preservativo, aunque ellas no se dediquen a la prostitución porque a veces los hombres no se sabe con quién van...», explica Rebeca. También informa sobre los riesgos de infectarse por VIH , sífilis ,hepatitis, o cualquiera de las enfermedades de transmisión sexual y de sus consecuencias. Dice Rebeca que no aborda a las mujeres, la mayoría prostitutas, de manera directa sino sútilmente, «a veces, cuando nuestro hijos están jugando en el parque, aprovecho para hablar del tema».
Esta mujer, de 39 años, casada y madre de un niño, es el ejemplo hecho persona de la labor que están realizando las ONG's Àmbit Prevenció/Àmbit Dona, Médicos del Mundo –con los que colabora Rebeca– y Cruz Roja para ayudar y reinsertar laboralmente a colectivos en riesgo de exclusión social. Así, Rebeca ha entrado a formar parte del proyecto que estas entidades liderado junto al Hospital Clínico para supervisar a seronegativos y detectar nuevos casos de sida entre prostitutas y drogodependientes.
Se duplica la tasa de adhesión
La iniciativa tiene dos objetivos, uno sociosanitario, y otro relacionado con la investigación del sida. Por lo que respecta al primero, las entidades Àmbit Dona, Médicos del Mundo y Cruz Roja tratan día a día de concienciar y sensibilizar tanto a trabajadoras del sexo como a drogodependientes sobre la prevención del sida y otras enfermedades de transmisión sexual a través de talleres, cursos y encuentros a pie de calle. Una vez contactadas, las personas se les remite al servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínic, liderado por el doctor Josep Maria Gatell, para que puedan acceder a pruebas médicas y asistencia si lo requieren. El equipo del Clínic, tutelado por el doctor Joan Joseph, se encarga entonces de «reclutarlos». Una vez más, el objetivo es doble. Por un lado, controlar el estado de salud de estas personas, ya que el riesgo de que se infecten por VIH es diez veces superior a del resto de la población. Y, por otro, contar, si los participantes se prestan voluntarios, con un grupo lo suficientemente amplio para poder realizar ensayos clínicos de vacunas preventivas contra el virus.
Desde que se puso en marcha este proyecto en 2005, 1.238 personas han pasado por el Clínic. El tres por ciento contrajo el VIH, «una tasa que sigue siendo aún elevada», según Gatell, y el 82 por ciento de los «reclutados» para formar parte del proyecto, una cifra positiva teniendo en cuenta las dificultades para que este tipo de colectivos se adhieran a estas iniciativas. Además, 996 participantes han dicho sí a testar una futura vacuna preventiva. Algo único en España.
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