Italia
El podio más feliz
Lorenzo se acercó al título, Rossi se despidió a lo grande de Italia con Ducati y para Bautista era la primera vez que se subía en MotoGP
Es difícil encontrar a un piloto triste en el podio y también lo es encontrar a tres más felices que los que ayer se subieron en Misano. Para Jorge, el ganador, la victoria no fue apasionante ni para recordar, aunque sí clave para ganar su segundo título. Se ha liberado de gran parte de la presión que le estaba poniendo encima Pedrosa y su sonrisa empezaba a parecerse a la del campeón.
La alegría de Rossi era distinta a la de Lorenzo y también a la suya cuando dominaba las carreras y los títulos. Sus dos años en Ducati empezaron como un cuento de hadas y acabarán en noviembre con forma de pesadilla, así que un segundo puesto ante su público en su última carrera en Italia vestido de rojo era lo suficientemente importante e inesperado como para montar una fiesta. De paso, tenía la oportunidad de dedicárselo a Marco Simoncelli, su amigo fallecido en Malasia el año pasado y que da nombre al circuito. «Me hubiera gustado que fuera una victoria, pero es lo máximo que puedo conseguir ahora», decía Valentino ya con la habitual marea «rossista» inundando el asfalto tras las carreras.
Para «Il dottore» era su primer podio en seco con la Ducati, aunque también el de ayer tenía algo de trampa, ya que si Pedrosa y Stoner no hubieran estado fuera, hubiera sido imposible que lo consiguiera.
También aprovechó las circunstancias Álvaro Bautista, que se estrenó en los escalones de honor en MotoGP. De paso ganó puntos para evitar que los rumores que apuntan a que sería otro piloto el que el año que viene ocuparía la Honda de Gresini. Él le quita importancia al éxito, aunque reconoció que le supo bien por lo que significaba para el equipo, que era el de Simoncelli. «Marco estaba con nosotros, pude sentir su mano en mi hombro».
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