Copa del Rey

F. C. Barcelona

El Barça es otra cosa (5-0)

El Atlético duró con vida ocho minutos en el Camp Nou, hasta que los azulgrana marcaron el primero. Xavi manejó el partido como quiso

El delantero argentino del FC Barcelona, Lionel Messi (2d), se marcha de los jugadores del Atlético de Madrid: el delantero colombiano Radamel Falcao (i), el delantero turco Arda Turan (suelo) y el centrocampista Gabi Fernández (d)
El delantero argentino del FC Barcelona, Lionel Messi (2d), se marcha de los jugadores del Atlético de Madrid: el delantero colombiano Radamel Falcao (i), el delantero turco Arda Turan (suelo) y el centrocampista Gabi Fernández (d)larazon

Ocho minutos tardó el Atlético en el Camp Nou en darse cuenta de que las cosas cambian, pero no tanto. El tiempo que tardó Xavi en ver a Villa y ofrecerle un pase largo para que marcara el primero del Barcelona. Ocho minutos felices para el Atlético, que sacrificó a Arda Turan para que Diego estuviera protegido con tres centrocampistas por detrás. Mario, Gabi y Tiago querían competir por la pelota con los centrocampistas azulgrana. Pero si Manzano había sacrificado un mediapunta para dar más vida al centro del campo, Guardiola le robó un defensa a la alineación.

Pep asumía el riesgo de dejar a Piqué y Puyol en el banquillo, los únicos que podían competir con Falcao por un balón alto, y dejó a Mascherano como único central protegido por la velocidad de Alves y Abidal en los costados. Suficiente, porque Guardiola ya había avisado de que nadie es capaz de ganar por arriba al colombiano. La idea era alejarlo del área, presionar arriba y que los balones que tocara le llegaran muy lejos de la portería.

El Atlético reforzó su ilusión en los primeros minutos con un disparo al larguero de Tiago. Sacaba la pelota jugada desde atrás, buscando las camisetas de las rayas rojas y blancas. Y se gustaba. Hasta que Xavi levantó la cabeza para ver a Villa. Hasta el gol del «Guaje». Se acabó el partido, que desde entonces se jugó en la cabeza de Xavi. El Atlético tenía tres centrocampistas que querían jugar al fútbol. El Barcelona tenía cuatro que jugaban, con Busquets por detrás de Xavi, Thiago y Cesc. Iniesta miraba desde la grada, pero no se le echaba de menos.

El Atlético dejó de encontrar camisetas amigas, comenzó a perder la pelota demasiado pronto. El Barcelona regresaba a los orígenes del equipo de Guardiola, un ritmo infernal para la presión y el movimiento de la pelota acompañado por los tres defensas que importó Johan Cruyff desde el Ajax.

El Barcelona era un espectáculo, un fenómeno de la naturaleza que el Atlético era incapaz de contener. Y los cambios de Manzano en defensa se empeñaron en confirmar al entrenador que se había equivocado en los inventos. Antonio López era incapaz de contener todo lo que llegaba por su banda, pero especialmente incomprensible fue la presencia de Godín. Su labor fue fundamental en el segundo gol del Barcelona. Le dio la pelota a Pedrito y, cuando intentó recuperarla, dio un pase a Messi. El argentino se aprovechó de una posición de fuera de juego que el árbitro no vio. Courtois, decisivo para que la herida no fuera mayor, corrigió el error arbitral, pero el rebote lo mandó Miranda sin querer a la red.

El Atlético comprendió entonces que es cierto, hay dos Ligas, hay dos mundos. En uno juega el Barcelona, en el otro los demás. Y con el partido casi decidido al cuarto de hora, comenzó el festival de Messi. Courtois le había negado su primer gol, pero él no se rinde tan pronto. Algún día alguien decidirá que los partidos se terminan cuando el argentino marque su tercer gol. Como sucedió ayer. Marcó el último casi en la puerta de los vestuarios. Uno más, pero especialmente en los dos anteriores había demostrado que es un futbolista incomparable. En el primero, convenció con un amago a Mario y Godín, otra vez el uruguayo, de que se fueran para el lado equivocado. Les dijo que se iba para el centro y recortó hacia dentro para disparar por el lado que debía cubrir Courtois. Puro Messi.

El Atlético sólo pudo vivir otro espejismo en los primeros minutos del segundo tiempo, con la entrada de Arda Turan. Pero no era suficiente. El Barcelona lo tiene todo. Y cuando ya estaba cómodo con la victoria, Guardiola dio unos minutos a Piqué para que saltara un rato con Falcao. Messi, Xavi y los demás ya se habían divertido suficiente.


«Uno de los mejores de la historia»
«Estamos ante uno de los mejores equipos de la historia», reconoció Goyo Manzano, que no encontró una manera mejor de explicar la superioridad azulgrana. «El Barcelona que están disfrutando todos los aficionados del Barça y los aficionados al fútbol está marcando una época, con un equipo de una dimensión extraordinaria», añadió. «Para ganarlos hay que hacer el partido del siglo». No lo hizo el Atlético. Pero sí Messi o algo parecido si no fuera tan habitual en él marcar tres goles. «Estoy muy agradecido a los compañeros, tengo la suerte de tenerlos a mi lado. Hemos estado bien, hemos disfrutado y hemos hecho disfrutar», reconoció el argentino. «Estamos tranquilos y no necesitamos nada. Tenemos que seguir de esta manera», agregó.


- Ficha técnica:
5 - Barcelona: Valdés; Alves, Mascherano, Abidal (Maxwell, min.81), Sergio Busquets (Piqué, min.53), Xavi, Cesc (Keita, min.72), Thiago, Pedro, Villa y Messi.
0 - Atlético de Madrid: Courtois; Perea, Godín, Miranda, Antonio López, Mario Suárez (Arda Turan, mi.46), Tiago (Adrián, min.79), Gabi, Reyes (Salvio, min.46), Diego y Falcao.
Goles: 1-0: Villa, min.9. 2-0: Miranda (p.p), min.15. 3-0: Messi, min.26. 4-0: Messi, min.78. 5-0: Messi, min.90.
Árbitro: Delgado Ferreiro (Colegiado vasco). Mostró tarjeta amarilla a Piqué (min.71) y Perea (min.72).
Incidencias: Partido de la sexta jornada de Liga disputado en el Camp Nou ante 83.154 espectadores. Los jugadores del Barça saltaron al terreno de juego con una camiseta de ánimo a su compañero Ibrahim Afellay, que estará seis meses de baja por una grave lesión de rodilla.