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EL ANÁLISIS: Problemas de personalidad

La Razón
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- ¿A qué obedece el comportamiento transgresor de Justin Bieber?
Este joven tiene una conducta que denominamos mimética, alguien que no acaba de entender el límite entre lo real y lo virtual, lo admisible y lo que no lo es. Es posible que su actitud le pueda divertir, para él es un juego en el que el actor principal es él. No existe un límite para la diversión, se dedica a jugar con todos los que están a su alrededor porque para él todo es una broma y no le da mayor importancia.

- ¿Qué es lo que más llama la atención de la conducta del artista?
El ser humano tiene tres características de personalidad: el yo, que es neutra, es cómo somos; el superyó, que denominamos como juez; y el ello, el que nos hace tender al placer. Justin tiene el superyó muy pequeño, sin desarrollar por lo que no considera sus límites, sus valores morales internos de miedo a la sanción o la crítica social. Sin embargo, su ello está hiperdesarrollado. Un caso opuesto es el de Rafa Nadal: es deportista desde muy joven, ha ganado bastantes partidos y tiene dinero, pero también muy buenos consejeros que le enseñan determinadas normas .

- ¿Puede ser el ambiente familiar el responsable de esta aparente rebeldía?
Así es. Una cosa es el tener y otra el ser. Un chico joven como Bieber está en formación, entre otras cosas porque los lóbulos prefrontales se están formando y es donde se maneja la emocionalidad, los valores éticos, y los criterios de inhibición de conducta. El cantante, a sus 17 años, se encuentra en una edad de pertenencia a un grupo y de oposición a la norma. Deberían haberle vigilado sus progenitores y educadores hasta que estuviera formada su personalidad.

- ¿Qué futuro le espera?
Si continúa derrochando el dinero y lo confunde con el poder puede desorientarse. Existen bastantes posibilidades de que se quede vacío y pueda caer en la droga para buscar más sensaciones o para evadirse, incluso tener un conflicto con la autoridad. Estar bajo los focos es malo. Meterse en esa vorágine en la que se espera algo de él puede llevarle a disociarse entre quién es y el personaje que empieza a jugar.