Teruel

Petra Martínez: «Hasta los pateos son saludables»

Con firma propia. Profesión: actriz. Nació: en 1944, en Linares. Por qué está aquí: protagoniza «Crazy love» en el Teatro Circo Price, un espectáculo con cena, copas y, al final, baile.

Petra Martínez: «Hasta los pateos son saludables»
Petra Martínez: «Hasta los pateos son saludables»larazon

–De la mezcla de circo, teatro, music hall y cabaret, ¿qué surge?
–«Crazy love», un género que lo abarca todo.

–«Crazy love»: amor loco. ¿A qué tenemos un amor loco en este tiempo?
–Al dinero. Ojalá esta crisis sirva para volvernos menos locos por él.

–¿Cuál es su amor loco?
–Mi familia. Y luego, el teatro.

–¿El amor es siempre loco o no es?
–La locura siempre es mala, hasta en el amor. Me gustan los amores racionales, equilibrados.

–Dice Emilio Gutiérrez Caba que «un hombre que no ha hecho el tonto por una mujer es un necio».
–Yo creo que cuantas menos tonterías hagamos, mucho mejor para todo.

–¿Para qué es usted tonta?
–Me siento tontorrona con mis hijos, con mi marido. Quizá tendría que pensar más en mí. El ser humano necesita de una dosis de egoísmo.

–Si un hombre hace el tonto cuando se vuelve loco por una mujer, ¿qué hace una mujer cuando se vuelve loca por un hombre?
–La tonta. Y a veces coincide en que hacen el tonto los dos a la vez, como eso que se dice de los amantes de Teruel: «tonta ella y tonto él».

–En la función, usted capitanea a las ex cupletistas arrepentidas que forman el Escuadrón de la Decencia. ¿Dónde haría falta un escuadrón así?
–En todos los estamentos. Este país necesita un escuadrón de la decencia en la política, en las finanzas, en la sociedad en general.

–Su personaje es Petra Penitencia. ¿De qué tenemos que arrepentirnos?
–De haber creído que éramos ricos sin serlo.

–¿Y qué penitencia merecemos?
–La que ahora sufrimos: vivir con miedo.

–Sale a la pista y lo primero que hace es detener al público...
–Sí, digo: «¡Quedan ustedes detenidos, por guarros!». Es algo muy duro de decir para una actriz, pero se ríen, lo aceptan bien, entran en el juego.

–¿Cuándo el público merece ser detenido?
–Nunca. Yo creo que hasta los pateos son saludables. El público, hoy, es demasiado bueno.

–Al final, resulta que su antiguo novio, Psicosis Gonsález, se ha transformado en mujer. ¿Lo manda fusilar?
–No, decido volver con él, porque, total, ¿qué más da en qué se haya convertido tu amor?

–Nadie es perfecto.