Política
El PPCV de Camps
Estaba anunciado. Lo proclamaron todas las encuestas. El PP de la Comunidad Valenciana, el «PP de Francisco Camps» como lo califica alguna intencionalidad mediática, obtuvo ayer una victoria contundente sobre el socialismo. Lo que con la Ley d'Hont parecía imposible, los valencianos lo hicieron realidad. El PPCV subió, aún más, el PSPV bajó, aún más. Al socialismo le dieron por la derecha y por la izquierda. De nada le sirvió ese movimiento asambleario de los «indignados». Se fueron con el Compromís, coalición paralela a Izquierda Unida. El triunfo del PPCV tiene dos vertientes para el análisis. La primera, la política. Los valencianos han vuelto a confiar en la formación que, para ellos, mejor defiende sus intereses. Por el contrario, reiteran la denuncia sobre el Partido Socialista del País Valenciano como alejado de la realidad. Tan apartado que aún no ha asumido que su tierra se llama Comunidad Valenciana. El socialismo valenciano ha recogido lo que ha sembrado. Concretó su oposición en los trajes presuntamente regalados a Camps y obvió presentar alternativas y soluciones de gobierno. Los valencianos, como respuesta a los socialistas, han reafirmado que creen en la inocencia de su presidente y, sobre todo, que la acusación nada tiene que ver con la corrupción ni con el enriquecimiento personal. El socialismo valenciano, además, ha tenido en Zapatero una losa, en lugar de una ayuda. Le han denunciado, y no sólo en la Comunidad Valenciana, como responsable máximo de la situación actual. La segunda vertiente para el análisis es personal sobre Francisco Camps. La dejo para el próximo lunes. Tiene tela. Así es la vida.