Cataluña
Las tímidas protestas no convencen a Mas de renunciar a la austeridad
Los sindicatos y la izquierda tratan de calentar el Primero de Mayo
BARCELONA– Ni la huelga general ni el ensayo de ayer del Primero de Mayo (Día Internacional de los Trabajadores) van a impedir que Artur Mas siga adelante con la política de restricciones presupuestarias. Los sindicatos –y el tripartito, a su rebufo– volvieron a salir ayer a las calles para protestar contra los recortes en general, contra los del Gobierno y contra los de la Generalitat. Apenas un millar de personas se concentró en la plaza de Sant Jaume para exigir a las administraciones un giro en sus políticas, pero Mas dejó muy claro que no se va a producir. «Las políticas de austeridad deberán continuar y eso no es malo porque son un valor en sí mismas», dijo el presidente desde Arenys de Mar, donde visitó la Diada del Puntaire.
La súbita predisposición de la canciller alemana, Angela Merkel, a impulsar planes de estímulo para relanzar la economía ha aliviado a Mas, consciente de que es imposible atacar la crisis únicamente con austeridad. «Necesitamos que Europa en su conjunto, y en este caso con Alemania al frente, impulse estas políticas de crecimiento para dar un poco de esperanza y confianza en el futuro», afirmó el president. Ésta es la obsesión de Mas, muy superior a la inquietud que le generan las protestas sociales que, al menos ayer, no fueron mayoritarias.
UGT, CC.OO, la plataforma «Prou de retallades» y representantes de PSC e ICV trataron de calentar motores ayer de cara a las concentraciones que se producirán con motivo del Día del Trabajo. «A los recortes tras recortes que venía aplicando CIU se han sumado ahora los del PP. No aceptaremos este ataque a los derechos sociales y civiles», dijo el secretario general de CC.OO en Cataluña, Joan Carles Gallego. Su homólogo de UGT, Josep María Álvarez, llamó a los trabajadores a «rebelarse» contra los gobiernos.
«La derecha más la derecha»
El PSC, por su parte, criticó que ni Gobierno ni Generalitat escuchen las voces de los que protestan y trató de recrudecer el malestar con los presidentes. «Mas está siendo el primero de clase en recortes, lo que está poniendo a España en la cola de Europa en todo. La sensación es que tenemos unos gobiernos en Cataluña y en España que son la derecha más derecha», afirmó la diputada del PSC Eva Granados.
También el secretario general de ICV, Joan Herrera, quiso acudir a la plaza Sant Jaume, en este caso para convencer al PSOE de que aumente la beligerancia contra el PP presentando un recurso de inconstitucionalidad contra el real decreto del Gobierno «que se carga el acceso universal de los españoles al sistema de salud».
La plataforma «Prou de retallades», por su parte, exigió una «rectificación» a los gobiernos para no retroceder en el sistema de bienestar.
CDC se ofrece como modelo de recortes
El secretario de Organización de CDC, Josep Rull, emplazó ayer al Mariano Rajoy a copiar el modelo catalán de recortes para intentar cuadrar los números del déficit. Rull acusó, en declaraciones a Ep, al presidente de «poco rigor y solvencia» a la hora de de aplicar las medidas para alejar la amenaza de la intervención.
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