Nieva carne de escenario

«Tórtolas, crepúsculo... y telón» llevó la noche del lunes al escritor, escenógrafo, dramaturgo, director, académico de la Lengua y hombre completo de escena, Francisco Nieva, a hacerse con la V edición del premio Valle-Inclán de Teatro, tras una reñida votación final en la que superó a Concha Velasco. El aplauso y la ovación a este veterano, en activo y siempre alerta a sus 86 años, fueron unánimes y la ovación, cerrada y sin fisuras. El galardón, dotado con 50.000 euros, se otorga por el denominado sistema Goncourt, en el que el jurado va descartando a los candidatos en sucesivas eliminatorias y ante los asistentes.

El dramaturgo (Valdepeñas, Ciudad Real, 1924) se enfrentaba, entre otros, a Ignacio Amestoy, José María Flotats, Carlos Hipólito y Concha Velasco, quien llegó a la última votación por su trabajo en «La vida por delante». El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, entregó a Nieva la estatuilla de Víctor Ochoa que le acredita como ganador y que reconoce en la representación de «Tórtolas, crepúsculo... y telón», una obra de juventud que el dramaturgo llevó a escena por primera vez el año pasado y que surgió como fruto de la experiencia vital de Nieva en Venecia, y en ella homenajea a la vanguardia de los 60 bajo la trama de la cuarentena que sufre una compañía de teatro, encerrada en el coliseo en el que tiene que actuar y donde sus actores son sometidos a experimentos con el fin de revolucionar el mundo teatral y el comportamiento del público.

Grandes premios
Nieva recibió en 1992 el Premio Príncipes de Asturias de las Letras y el Premio Nacional de Literatura, en la modalidad de Literatura Dramática. El jurado del galardón estuvo formado, entre otros, por Antonio Mingote (presidente), Luis María Anson, Juan Echanove, Nuria Espert (ganadora del año pasado), José María García-Luján, Antonio Garrigues, Manuel Llorente y Ruperto Merino.