La presencia de Bildu el 22-M divide al PSOE a pocas horas de la decisión

MADRID- Unos hablan y otros callan. Pero una corriente mayoritaria de opinión en el PSOE desearía que la izquierda abertzale, se llame Sortu, Bildu o cualquier otra marca, regrese a las instituciones democráticas. De ahí su esperanza de que el Tribunal Constitucional invalide mañana la decisión del Supremo de anular las candidaturas de la coalición que integran EA y Alternatiba y que ha dado cobijo a los proetarras en sus listas.
Hasta ayer, el debate se libraba silenciosamente. Sólo el PSE y el PSC se habían atrevido a manifestar en público su discrepancia, pero unas declaraciones atribuidas al secretario general del PSOE en el Congreso, Eduardo Madina, en una reunión interna abrieron la espita de las distintas posiciones sobre la presencia o no de la coalición el 22-M. El diario El País atribuía ayer a Madina una frase con la que, supuestamente, había anunciado a sus diputados que el Gobierno espera buenas noticias del Constitucional que vendrían a invalidar la decisión del Supremo. El susodicho, en declaraciones a este diario, niega la mayor y aclara que lo único que hizo en esa reunión interna fue una «defensa cerrada de la política antiterrorista del Gobierno».
Lo que no ocultó es que si se hiciera un sondeo entre diputados y senadores, una amplia mayoría estaría a favor de que Bildu pudiera concurrir. Porque son muchos los que creen que la izquierda abertzale quiere romper con ETA y que su presencia en las elecciones aceleraría el proceso final de la banda asesina. Eso además de defender que EA y Alternatiba son partidos democráticos que «no están al servicio de ETA». Posición que avala el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, para quien es una cuestión «opinable desde el punto de vista político», aunque desde el jurídico haya que «respetar» la decisión de los tribunales.
Entre quienes defienden esta posición los hay vascos y catalanes, pero también extremeños y castellano-manchegos...Todos seguros de que en el País Vasco están cambiando las cosas, y todos convencidos de que la posición del Gobierno «ha tenido mucho que ver con la presión del PP que, por algún motivo extraño, no quiere que ese asunto salga de la agenda política». Más claro: sin el PP haciendo ruido, el Gobierno no hubiera impugnado, seguramente, las candidaturas. Lo que no gusta en el PSOE es que el PNV «insulte a los magistrados del Supremo» y utilice sus decisiones como excusa para «hacer chantaje al Gobierno».
A pocas horas de la decisión del TC, la portavoz del Comité Electoral del PSOE, Elena Valenciano, salió ayer al paso para decir que la única posición del partido ante Bildu es la que decidan los tribunales. «Hay una única posición» en el Gobierno y en el partido: «Tribunales, tribunales y tribunales», dijo, aunque no quiso pronosticar lo que pueda ocurrir hoy. Algo que sí hizo, sin embargo, José Bono, al desvelar que le gustaría que la decisión del Supremo sobre Bildu de anular sus candidaturas y la imposibilidad, de momento, de concurrir a las elecciones locales del 22 de mayo, fuera ratificada por el Constitucional. Es de los pocos en seno del PSOE que así lo piensa. Al menos de los que no lo oculta.