Estafa al más débil

Barcelona-Estafar al más débil aprovechándose de su situación de ilegalidad. Eso es lo que hacían dos empresarios de la localidad barcelonesa de Granollers que la Policía Nacional ha detenido por vender presuntamente contratos de trabajo a inmigrantes que no tenían regularizada su estancia en el país. De este modo, las víctimas de la estafa podían pedir su permiso de residencia en España, aunque era muy improbable que la operación pudiera llegar a buen puerto debido al control que se ejerce sobre los permisos de residencia.
La Subdelegación del Gobierno advirtió a la Policía de que en muy pocos días habían recibido muchas solicitudes de regularización en base a contratos de trabajo expedidos por la misma empresa. En total, recibieron una quincena de solicitudes. Se trataba de una situación sospechosa, sobre todo, teniendo en cuenta el actual contexto de crisis y cómo está afectando a las empresas y sus niveles de contratación.
No trabajaban en la compañía
La Policía inició una operación que se ha saldado con la detención de los responsables de la empresa, los hermanos Juan José G. R., de 38 años de edad, y Pedro Lucio G. R., de 34. Supuestamente, utilizaron su negocio de aluminios en Granollers para vender contratos de trabajo, pese a que posteriormente los inmigrantes en ningún caso acababan trabajando en la compañía.
Los contratos de trabajo ilegales eran vendidos a unos precios que oscilaban entre los 500 y los 2.000 euros, cantidades que variaban en función de hasta cuánto estaban dispuestos a pagar los extranjeros por conseguir una forma de tener el permiso para residir en España. Los detenidos están acusados de los delitos de estafa, favorecimiento de la inmigración ilegal y contra los derechos de los trabajadores.
No es la primera vez que se produce un timo de estas características, aunque sorprende el uso de esta modalidad en tiempos de crisis. De hecho, la Policía Nacional también informó ayer de que ha iniciado un expediente administrativo de expulsión a cinco inmigrantes de origen senegalés que intentaron iniciar los trámites para su regularización con contratos de trabajo que resultaron ser falsos.