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La vida fugaz de las «narcomodelos»

Muñecas rotas que con 18 años ganaban dinero y acumulaban fama y que fueron utilizadas para pasar droga

La vida fugaz de las «narcomodelos»
La vida fugaz de las «narcomodelos»larazon

La luna brilla bien alta en el cielo de Buenos Aires. La terraza de la discoteca Gaudir estalla mientras el conductor de la fiesta anuncia por los altavoces la llegada de la estrella de la noche: «Con todos ustedes Daiana Antivero, la narcomodelo».

Ahora se pasea por las mejores discotecas de la capital mostrando sus encantos, pero hace unos meses la historia era muy distinta. Con tan sólo 18 años, era detenida acusada de formar parte de una banda de narcotraficantes que alojaba y embarcaba a mulas (personas que llevan droga en su interior) con destino a España. Tranquila, dijo estar muy enamorada de su novio Gino –también detenido y señalado como jefe de la banda– y aseguró desconocer todo lo referente a tráfico de drogas.

Sin embargo, los investigadores aseguran que ella era la encargada de la logística de las mulas que llegaban a Buenos Aires para ingerir las cápsulas de cocaína y llevarlas a Europa dentro de su cuerpo: les gestionaba el alojamiento y les reservaba los pasajes de avión.

Daiana quedó enredada en un proceso que aún continúa: el raudal de cocaína que atraviesa a diario Argentina, con puerta de entrada en la frontera con Bolivia y con salida por el aeropuerto de Ezeiza. Sin embargo ahora, en libertad condicional, disfruta de las mieles de la fama.

Tras pasearse por varias televisiones, su caché ascendió como la espuma, fue portada de varias revistas como « Maxim» o la edición argentina de «Playboy», en la actualidad se encuentra grabando un «reality» y hace giras por las discotecas.

Esta noche en Gaudir pasea su cuerpo totalmente desnudo, tan sólo cubierto de pintura con los colores de la película «Avatar»; es lo que se denomina «bodypainting». Pero en su show también se la puede ver disfrazada de reo sexy o participando en concursos de camisetas mojadas.

«Claro que me jode que me digan ‘‘narcomodelo'', la gente me lo grita por la calle pero enseguida me piden disculpas. Tengo que admitir que me conocen más por el apodo que por mi apellido, así que por una parte lo entiendo. Yo estoy bien, sé que no hice nada», aclara a LA RAZÓN con suma tranquilidad y una gran sonrisa.

Para integrar una red de mulas que traficaban droga a Europa, Daiana Antivero es muy poco discreta: con presencia en Facebook, Fotolog y Twitter, la modelo detenida en un allanamiento en Lanús parece tener poco que ocultar.

Con medidas perfectas, 85-60-94, según explicita ella misma en su perfil de Facebook, la modelo y promotora se muestra en las redes como lo que es: una chica de 18 años (nacida el 18 de octubre de 1992), muy enamorada de su novio, Gino Dasman, oriundo de Surinam, con muchas ganas de llegar a la televisión y ser «vedette». De su supuesto vínculo con una banda de narcos, ni rastro. 

«Narcofacebook»

En su Fotolog, Daiana sube fotos desde 2008: casi siempre se la ve muy llamativa, con poca ropa, en eventos y algunas pocas con su familia, compuesta por su mamá y su hermanito. Una foto, la del 17 de julio del año pasado, exactamente a casi un año de ser detenida, Daiana se la dedica a su novio, ahora procesado como el líder de la banda narco: «Te amo mucho mi amor», dice el epígrafe de la foto titulada «Gino y Day».

En Facebook, la joven cosechó su propio grupo: «fans» de Daiana Antivero se llama, creado por «El Alan Baidón», y cuenta con 200 «fans» y subiendo. Pero desde la noticia de la detención, el grupo no es el sitio para el optimismo. «Estás hasta el cogote piba», le dice un ¿fan? Otro va más lejos: «Tan hermosa y te quemas por un tipo, la tentación de lo fácil». 

Y algunos, los más curiosos, habrán encontrado a Antivero en el sitio FLM, alias FreeLanceModels, un portal que roza lo pornográfico y que se dedica, según ellos mismos, a producir contenidos para adultos.

El narcotráfico requiere de tácticas cambiantes para eludir los perfiles de riesgo que van diseñando los expertos a base de los casos que se detectan. Así, los narcos han usado a mulas embarazadas y con bebés en brazos, a jóvenes y a jubiladas, a latinas y a europeas. Como si fueran envases descartables en un negocio que siempre se mantiene constante y «saludable».

Especialistas advierten sobre el incremento que se produjo en los últimos tiempos de la modalidad delictiva utilizada por bandas de narcotraficantes que reclutan a jóvenes y bellas modelos para trasladar droga a Europa.

Al parecer, estas organizaciones optarían por la utilización de jóvenes modelos, ya que hasta el momento llamaban menos la atención de las autoridades –incluso al momento de justificar los viajes al exterior– y a quienes reclutan con la oferta de sumas cercanas a los 5.000 euros.

Al respecto, el titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), Claudio Izaguirre, explica LA RAZÓN que bandas de narcotráfico «desarrollan variantes para retirar la droga del país, una de ellas es captar chicas bajo la excusa de los contratos para modelar en Europa, pero en rigor son mulas de lujo».

El especialista sostiene que las «mulas» trasportan en cada viaje a Europa entre tres y cinco kilogramos de cocaína y que «las chicas reciben unos miles de euros de pago, pero luego cobran la misma cantidad por traer a la Argentina drogas de diseño, principalmente éxtasis».

Por su parte, Roberto Locles, de la Asociación Argentina de Criminalistas, asegura que «los reclutadores apuntan a chicas modelos con grandes necesidades económicas, de triunfo inmediato para sobrevivir y con escasa formación intelectual».

«Esta modalidad no tiene las características de la esclavitud sexual o laboral, sino que funciona porque muchas chicas aceptan ingresar por el dinero rápido y en cantidad que reciben. Las modelos luchan contra reloj, porque sus posibilidades laborales se agotan apenas la belleza comienza a decaer», explica Locles.

En tanto, Beto Núñez, titular de la Unión de Modelos, advierte de que «de manera paralela al mundo de las modelos y las agencias de representación, lamentablemente se viene desarrollando una industria conformada por gente sin escrúpulos que se aprovecha de la juventud, belleza, necesidades y sueños de triunfo de muchas chicas, situación que requiere de mucha atención y trabajo de concienciación».

Todo y nada

«Ella se tarda un poco», advierte el funcionario del penal de mujeres de Ezeiza, en Buenos Aires. La espera es por Angie Sanclemente, la colombiana de 31 años sentenciada en Argentina por su participación en el tráfico de drogas y que probablemente será siempre conocida como la «narcomodelo». El funcionario insinúa que la demora no se producirá por «razones de seguridad», sino por la preparación estética de la entrevistada.

Cuando aparece Sanclemente, la hipótesis queda confirmada. Llega peinada, bien vestida y muy maquillada. A fin de cuentas es la ex Reina del Café en su país natal. La pesadilla comenzó el 26 de mayo de 2010, cuando fue detenida en un hotel de Buenos Aires, acusada de formar parte de una banda de narcotraficantes. Le atribuyen ser «Diamante», el apodo con el que la colombiana sería identificada dentro de la organización.

Nacida en Barranquilla, la modelo fue elegida a los 21 años Reina Nacional del Café en Colombia, aunque posteriormente debió devolver esta distinción porque había estado casada, lo cual la inhabilitaba para concursar. En 2005 se instaló en México, donde, según la Prensa argentina, estuvo vinculada con un conocido narcotraficante.

«Al principio me ponía muy brava por lo de la ‘‘narcomodelo'', pero hoy me da risa. Y todo empezó cuando a inicios del caso sacaron mi foto en ropa interior diciendo que era la jefa de una banda de narcos. Fue una payasada de un juez con un periodista», señaló.

Ahora, un año y medio después de estar presa, la notoria belleza de la antigua modelo ha dado paso a las huellas que dejan en cualquier persona las penurias y sufrimientos de la vida en prisión. Sobre todo cuando se trata de una persona que lo tuvo prácticamente todo y disfrutaba de una vida holgada y sin preocupaciones antes de llegar a la cárcel.

Sin tetas no hay paraíso

En un país que es una verdadera fábrica de telenovelas, «Sin tetas no hay paraíso» es el mayor éxito televisivo desde «Betty la fea». Transmitida en el horario de mayor audiencia es la historia de una prostituta de 17 años que agoniza al pensar que sus senos son demasiado pequeños y vende su cuerpo para pagarse una cirugía plástica, escalar así a la posición de amante de algún capo del narcotráfico y dejar sus humildes orígenes.

Los productores del programa, inspirado en una novela homónima basada en hechos reales con derechos televisivos españoles, dicen que es una visión trágica pero realista de la cultura colombiana del narcotráfico, la prostitución y el crimen. A pesar de que la telenovela cuenta con legiones de seguidores, algunos críticos se quejan de que la serie está creando escuela.

El 29 de octubre de 2006, las modelos Jessica Almada y María Belén Téllez, de 18 y 21 años respectivamente, fueron detenidas en Madrid cuando su mánager, Alejandro Panno, fue encontrado con 16,2 kilos de cocaína en su equipaje. Estuvieron 17 meses en una cárcel de Barcelona. Tras salir del presidio, Téllez escribió un libro, «Diario personal», y Almada posó desnuda para la revista «Interviú».

La mexicana Laura Elena Zúñiga Huizar había sido elegida Nuestra Belleza Sinaloa 2008 y al año siguiente fue detenida en su país cuando estaba junto a integrantes del cártel de Jalisco, armados y con miles de dólares en efectivo. Zúñiga permaneció 40 días arrestada y finalmente fue liberada porque se la halló inocente. Después de aquel episodio, reanudó su carrera de modelo.

En Perú, la «vedette» Paola Ruiz pasó 15 días en prisión porque era investigada por su relación con un narcotraficante de su país. Su compatriota Malú Costa, también actriz, cumple desde 2007 una condena de ocho años por colaborar con su novio en la venta de pastillas de éxtasis en discotecas de lujo de Lima.