Crisis política en Italia
Gobierno en crisis
Claro que no hay crisis de gobierno como con tanto énfasis afirma la vicepresidenta De la Vega cada vez que alguien le pregunta por la marcha de Corbacho y la situación de Trinidad Jiménez en el Ministerio de Sanidad, que es de fija discontinua. No hay crisis de gobierno porque lo que hay desde hace más de dos años es un Gobierno en crisis. Crisis de ideas, de proyectos, de decisiones de calado y sobre todo de credibilidad. Aquí todo es pura propaganda y palabras tan grandilocuentes como huecas. Seguramente se agotará la Legislatura porque Zapatero le dará a los nacionalistas vascos todo aquello que pidan y porque al PNV no le interesa nada un adelanto electoral con una fuerte bipolarización entre socialistas y populares antes o a la vez que los comicios municipales donde los chicos de Urkullu se juegan mucho, entre otras cosas que la Diputación de Álava vuelva a manos del PP. Es improbable que ZP acceda a romper la caja única de la Seguridad Social, pero no es imposible a la vista de lo que puede hacer para burlar la sentencia del Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña. De la misma manera los peneuvistas pueden rebajar sus pretensiones y conformarse con mantener el poder en las diputaciones forales, que son las que de verdad recaudan la pasta gansa. Aun así, no es del todo descartable un adelanto electoral si atendemos a la encuesta interna realizada por la fundación que preside la ex ministra Rosa Conde, que le da 170 escaños al PP y poco más de 150 al PSOE. Esa misma fundación ha recibido ya el encargo de ir preparando una batería de ideas para incorporar a un borrador de programa electoral que debe estar listo en pocas semanas. Y es que independientemente de lo que ocurra con los Presupuestos para el 2011, Zapatero y algunos de sus más cercanos alimentan la duda hamletiana a la vista de que las previsiones sobre nuestra economía no son nada halagüeñas y se puede llegar a finales del próximo año con una tasa de paro igual o tan sólo un poco inferior a la actual, que vuelve a estar en el 20%, como supimos la semana pasada. Y con este panorama lo que los estrategas socialistas están sopesando es si el cabreo nacional en lugar de menguar iría en aumento, con lo que el batacazo podría ser aún peor de lo que ahora pronostican todas las encuestas. Y mientras tanto seguimos asistiendo a la ceremonia de la confusión en prácticamente todos los frentes, especialmente en política exterior. Además de haber dado una imagen vergonzosa en los lamentables sucesos del Sahara, donde nuestro Gobierno ha vuelto a defender a la dictadura marroquí y no a los ciudadanos españoles apaleados por la Policía de Mohamed VI, la visita de Leire Pajín y Elena Valenciano a rendir pleitesía a Raúl Castro ignorando a la disidencia nos sitúa entre los países escasamente fiables a la hora de condenar a la dictadura. Estos defensores de la Memoria Histórica deberían reflexionar sobre su apoyo a un régimen que lleva 50 años aplastando al pueblo cubano.
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