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Dolores Cortés: «A la prima de riesgo le pondría un bañador con mordaza»

Sin vacaciones. A pesar de vivir en Valencia, apenas tendrá hueco en agosto para acercarse por la Malvarrosa. Primero, porque ha cerrado varias citas con clientes internacionales. Además, el adelanto de los desfiles de la Madrid Fashion Week obliga a estar al pie del cañón durante todo el mes.

«El diseño de ‘‘pescaítos'' que lucirán las chicas de natación sincronizada es ideal para pescar medallas»
«El diseño de ‘‘pescaítos'' que lucirán las chicas de natación sincronizada es ideal para pescar medallas»larazon

No se imaginen a Dolores Cortés como una diseñadora escéntrica a la manera de Lagerfeld. Tampoco encorsetada. Ella es más bien como la lycra de sus trajes de baño, se adapta a cada tipo de mujer. Como empresaria textil que ha sobrevivido ya a varias crisis como la actual, sólo con un vistazo es capaz de determinar si favorece más un biquini de triángulo, un bañador con estampado o un triquini de motivos geométricos. Con este ojo clínico, no es de extrañar que Anna Tarrés, el gurú de la natación sincronizada de nuestro país, haya confiado en ella los diseños que han lucido sus chicas en la piscina olímpica de Londres. Trajes de baño bañados en metal.

–¿Estará siguiendo los Juegos...?
–Sí. Y me cabreé muchísimo cuando vi que los jueces se mostraban tan condescendientes con las chinas. Pero finalmente se ha hecho justicia con Andrea Fuentes y Ona Carbonell. Son extraordinarias y con la plata han visto reconocido su trabajo.

–Y usted el suyo, como diseñadora...
–Lo que me siento es encantada y orgullosa de aportar mi granito de arena. Ha tenido más repercusión de lo que esperaba. Al coincidir con la polémica del chándal, el hecho de ser la única diseñadora española presente en la competición ha dado más juego...

–¿Se imagina cómo hubiera sido el bañador si lo hubieran ideado en Bosco?
–¡Ay por favor...! Lo mejor sería dejarlo estar y no dar rienda suelta a la imaginación. Prefiero no opinar. Lo que está claro es que encargar a unos rusos la equipación teniendo en cuenta los diseñadores y las empresas textiles tan potentes que tenemos en España, me parece mal. Además, personalmente, no me gustan sus diseños, no se identifican con lo que representa nuestro país.

–Los suyos sí, empezando por los lunares de la rutina técnica del dúo...
–Sentí que era la mejor manera de expresar la música de flamenco que habían elegido. Pero también he intentado captar la esencia del tango con el segundo de sus ejercicios. Con respecto a los trajes de equipo, por un lado hemos creado un diseño con aire precolombino y, por otro, el inspirado en el fondo del mar.

–Ideal para pescar medallas...
–No andas desencaminado. Son como «pescaítos», están ideados para que simulen escamas... No te puedes imaginar las horas de trabajo que nos ha llevado. Es de volverse loco, porque cada una tiene un cuerpo muy diferente y ha sido complicado ajustárselo.

–Las hemos visto desfilando en el podio, ¿las veremos también en Cibeles?
–Ya saben que están invitadas a ver el desfile, pero es complicado. Primero, por los entrenamientos, pero también por su desarrollo muscular, que chocaría mucho con la imagen de las modelos de pasarela. Pero no descarto proponerles un desfile para ellas solas.

–¿Las probó los trajes de baño mientras entrenaban?
–¡Qué va! Ellas están completamente enclaustradas centradas en lo suyo, que es entrenar a lo bruto. Dificulta un poco la tarea, pero les tenemos cogidas las medidas del Mundial.

–¿Cualquier mujer se podría poner estas piezas?
–No, entre otras cosas, porque los escotes de las piernas son bastante pronunciados y no es tendencia...

–Además, los cristales de Swarovsky que llevan no los veo muy aptos para «Gandía Shore». O sí...
–Está claro que no es lo más apropiado. Hemos creado unas láminas con cristales grabados de una manera especial para que permita darles elasticidad.

–Olímpicas aparte, ¿el tanga ha muerto?
–Sí. Nosotros ni lo hacemos, aunque es cierto que tienen un componente sexy. Todavía hay alguna mujer que lo pide en las tiendas. En cambio, lo que sí te puedo decir que se llevan las braguitas un poco más estrechas, especialmente entre las más jóvenes.

–¿Y la faja?
–Es la mejor aliada para las que tiene una talla más grande. Ayuda. Y mucho. Hay otras mujeres que para disimular una cicatriz o unas estrías, optan por el triquini porque con el bañador se ven mayores.

–Intuyo que estará en contra del nudismo. Entre otras cosas, porque se le hunde el negocio...
–¡Por supuesto! Se provoca más insinuando que enseñándolo todo. El traje de baño no deja de ser una muestra más de nuestra personalidad, de lo que somos cada uno, de la elegancia a la sofisticación. Hay que hacerse a la idea de que uno habla también con lo que lleva puesto.

–¿Cómo le diseñaría el traje de baño a la prima de riesgo?
–Le pondría uno bien amordazado. Hay que agarrarla bien, como si fuera un carcelero.

–¿Merece la prima unas vacaciones?
–Habría que encerrarla en un sitio de donde no pudiera salir, que se quedara encerrada y por asfixia se fuera desinflando y haciéndose pequeñita.