Diseño
No hay límites para la burbuja inmobiliaria canina
Los bolsillos de aquellos que no conocen de crisis y que no dudan en darse un capricho con su mascota cuentan con un amplio catálogo en el mercado de casetas para perros en formato de villa clásica o arquitectura vanguardista.
La lujosa residencia propiedad del chihuahua de Paris Hilton es quizás el ejemplo más conocido de la burbuja inmobiliaria canina. Pero existe todo un mercado en torno a las casetas de los perros, que han acabado derivando en villas de diseño o ejemplos que van desde proyectos arquitectónicos vanguardistas hasta proyectos puramente «kitsch».
La empresa alemana «Best friends home» está especializada en caprichosos alojamientos para dueños que comparten su fortuna con el que se dice es «el mejor amigo del hombre». Entre su colección encontramos cuatro modelos para elegir, aunque la compañía no deja escapar cualquier pedido que pase por la imaginación del cliente, siempre que vuele tan alto como su poder adquisitivo.
Los modelos que venden por catálogo oscilan entre los 2.000 y los 3.500 euros y son fruto de la imaginación del diseñador Keppler Doria y el director de eventos caninos André Heinermann.
Ambos fundadores parten de la idea de crear una casa para el perro entre aquellos dueños que, además de un buen bolsillo, están preocupados por la comodidad del animal. También para los que dan especial valor a la combinación de elementos decorativos en el jardín y quieren un habitáculo para el can acorde al entorno; a menudo, incluso se solicitan réplicas a escala de la casa familiar.
Estilo clásico o moderno
Para la fabricación de sus primeros pedidos contaron con la colaboración de un arquitecto para delinear los futuros hogares de las mascotas más consentidas. Los habitáculos están concentrados en ofrecer un estilo arquitectónico clásico o moderno, según los gustos del amo, aunado con la seguridad para el animal y los colores que le llamen la atención.
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