Cristina más cerca del mito de Evita

BUENOS AIRES- Cuando se supo la noticia de que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, tiene cáncer de tiroides, muchos argentinos se acordaron de Evita Perón, que murió postrada en la cama por esta misma enfermedad. Fantasmas aparte, Cristina se suma así a una lista que integran otros cuatro líderes de Sudámerica. La actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue tratada hace dos años de cáncer en el sistema linfático, enfermedad que superó con éxito. Su predecesor, Lula da Silva, fue diagnosticado a finales de octubre de cáncer de laringe y es tratado desde entonces por esa afección. Por su parte, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, se ha tratado en el Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, Brasil, de un cáncer en el sistema linfático y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, padece de cáncer en la región pélvica que combate con la colaboración de médicos en Cuba. Y es que como dice un dicho argentino: «¿Será qué el poder enferma?». De cualquier forma, la presidenta de Argentina tendrá que enfrentarse al cáncer y ayer hizo su primer acto público para asegurar que trabajará «con la misma fuerza de siempre», al tiempo que ha pedido el apoyo de «todos los argentinos» para seguir adelante con su proyecto de reducir la desigualdad social. Será operada el día 4 de enero y hasta el 24, Argentina estará gobernada por el vicepresidente Amado Boudou. Para Roberto Bacman, analista político y director de la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), mientras la presidenta esté de licencia, «el esquema de poder estará controlado por su grupo selecto y de pequeño tamaño». Al contrario que el anterior vicepresidente que tuvo Cristina Fernández, que fue tachado de «traidor» durante la crisis que hubo entre el Gobierno y sectores agropecuarios en 2008, «Boudou es una persona muy cercana y muy leal», asegura Bacman, que es partidario del kirchnerismo. «Ahora en esta primera etapa, Boudou ejercerá toda su lealtad. Es para lo que fue elegido», agregó. De cualquier manera, los argentinos han revivido viejos recuerdos con el anuncio de la enfermedad de su presidenta. Más cerca del mito.