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Colombia

La dictadura de la gasolina

La riqueza natural ha llevado a Chávez a pervertir el Estado del Bienestar

Una seguidora de Chávez celebra en las calles de Caracas la victoria
Una seguidora de Chávez celebra en las calles de Caracas la victorialarazon

CARACAS- La brecha ideológica se aprecia en casi cualquier gasolinera de Venezuela. El dueño de una Hummer llena el tanque de gasolina con tan sólo dos dólares. Gracias a los subsidios de Chávez, Venezuela tiene la gasolina más barata del mundo. Detrás del conductor de la Hummer, llega un padre de familia de mediana edad, perteneciente a la clase media, que nos dice: «Es indignante; no se puede tolerar», mientras hace alusión a los 12.000 millones de dólares que el Gobierno de Chávez paga al año en subsidios a la gasolina. Pocos hombres o políticas han dividido tanto a una nación, a un continente, a un hemisferio. El presidente Hugo Chávez y su revolución chavista causan polémica ya sea en las gasolineras o en Naciones Unidas. La historia juzgará si su legado es el de un Robin Hood latinoamericano con un peculiar estilo o el de un autócrata astuto que se mantiene en el poder mediante el uso y el abuso de los recursos que produce el petróleo de su país.

«Hemos llegado al punto en que la situación es insostenible», dice el economista venezolano Manuel Ambrosio a LA RAZÓN. El petróleo lo es todo para Venezuela: comprende el 95% de sus exportaciones. A pesar de ello, la producción ha caído durante la última década. A eso hay que añadir la inflación creciente, una infraestructura que se derrumba, los cortes generalizados de la energía eléctrica fuera de la capital, Caracas; la escasa inversión extranjera y el bajo crecimiento del sector privado. Chávez ha dirigido el cambio radical en la ideología económica de Venezuela. Al nacionalizar la mayoría de las industrias, especialmente la energética, su Gobierno presume de encabezar una revolución socialista gracias a la que los pobres reciben vivienda, educación y medicamentos gratuitos de parte del Estado.
Las políticas que Chávez ha llevado a cabo han situado a Venezuela en el punto de mira internacional. La hipótesis de una conexión con el lavado del dinero con el que se financia a los terroristas está entre las actuaciones que han llevado a cuestionar la gestión del chavista. Además, sus aliados internacionales se cuentan entre países poco «próximos» tradicionalmente a Venezuela. Chávez apoya al régimen sirio y su cercana relación con Irán se fortalecerá tras su reelección.

En estos años mucho ha cambiado en Venezuela y mucho lo ha hecho Chávez. Llegó con un programa que podría definirse como moderado, pero fue radicalizándose a medida que pasaron los años. Sobre todo después del frustrado golpe de Estado de 2002. Cambió la Constitución y se estableció la reelección indefinida. Otras reformas de tipo económico e institucional le dieron literalmente la vuelta al país. En 2004 la Revolución Bolivariana se proclamó antiimperialista y en el 2006 se definió como socialista.

Según las estadísticas oficiales, el desempleo bajó del 13 % al 8 % en ese mismo período, pero casi todo se debe a la burocracia estatal. Aumentó el número de funcionarios de 1,3 a 2,4 millones, más del 20% de la fuerza de trabajo, e incrementó de 17 a 26 el número de ministerios. A pesar de que había prometido al comienzo de su mandato que acabaría «con la pesada carga burocrática del Estado», ahora promete seguir engordándola. La inflación, del 27,6 % el año pasado, fue la más alta de Iberoamérica. La deuda externa se disparó de 24.000 a 85.000 millones de dólares.
Otros datos muy negativos para el chavismo son los relativos a la inseguridad, que se ha convertido en la primera preocupación de los venezolanos. La tasa de homicidios se duplicó en los últimos 14 años, pasando de 25 a 50 por cada 100.000 habitantes, uno de los más altos del mundo. Pero, sin duda, el flanco más débil está por el lado de libertades individuales como la de prensa. La ofensiva contra los medios opositores comenzó con el cierre de Radio Caracas Televisión en 2007. Pero lo cierto es que ningún periodista o directivo de medio alguno fue acusado ante la Justicia por ello.

 

Prensa internacional
Un ganador con escaso eco en los medios digitales

En Estados Unidos, «The New York Times», «The Wall Street Journal» o «Los Angeles Times» han relegado la reelección de Chávez a una pequeña llamada en portada, en su sección de Internacional. Más espacio le dedican los medios iberoamericanos vecinos. Así, para el argentino «Clarín» es noticia de apertura bajo el título «Chávez saca una ventaja de un millón y medio de votos», mientras que «El Universal» de México se centra en que tomará posesión el miércoles. «El Tiempo» de Colombia se centra en la figura de Capriles, que pide a sus seguidores «levantarse y dejar la tristeza». En cuanto a Europa, el gobernante venezolano es apenas un pequeño titular que informa escuetamente de su reelección, aunque en «Le Monde» esta información es la segunda más compartida en las redes sociales.