OPINIÓN/El daño ya está hecho

La capacidad de error de Zapatero y su Gobierno no tiene parangón. Desde 2007 vienen obstruyendo la renovación del Tribunal Constitucional al vetar dos de los nombres propuestos por el PP, se supone que por motivos ideológicos. Ahora, tres años después y tras comprobar el mal que tal actitud ha causado al TC, les entran todas las prisas y se declaran dispuestos a aceptar lo que hasta ayer era inaceptable. O sea, una rectificación en toda regla como ya ocurriera con la crisis y con el Estatut, y con el déficit y con la negociación con Eta. Rectificar sin parar hasta el final. Ahora con el objetivo no declarado de que el nuevo Tribunal haga lo que no hizo el actual: declarar constitucional el Estatuto de Cataluña. No se puede poner objeción alguna a la renovación legal del TC. Es lo que corresponde. Si no se hizo hasta hoy fue por culpa de Zapatero y su Ejecutivo. Pero convertir este procedimiento en una treta legal para legalizar el Estatut es del todo inadmisible. Lo que procede es que los actuales miembros afinen sus deliberaciones y resuelvan cuanto antes el tema que les ocupa desde hace ya cuatro años. Y que su fallo sea aceptado por todos. Aunque el daño ya esta hecho.