Estreno
Lola Herrera defiende a José Luis Moreno por Jesús Mariñas
Es como si se levantase una caza de brujas destinada al cómico y productor infatigable que siempre arriesgó lo suyo buscando lo mejor. Ahí está como ejemplo de serie el repetidísimo «Aquí no hay quien viva», por citar uno de los últimos pero eternos trabajos de José Luis Moreno, un proyecto luego alargado desafortunadamente en algo similar sin la chispa castiza, ocurrente y enredadora.
No tuvo idéntica fortuna esa versión española de «Las chicas de oro», donde la traslación y adaptación fueron no sólo erróneas, sino absurdas. Lo mejorcito fue el reparto de las cuatro veteranas, donde destacó la ironía de Lola Herrera. Hizo una de sus mejores creaciones mostrando una elegancia que chocaba con la casi catetez de Carmen Maura o la ordinariez de Concha Velasco, por encima de los límites de su personaje, y Alicia Hermida, quizá en su interpretación menos lograda.
Luego vino suspender los conciertos madrileños de Isabel Pantoja por unas circunstancias no aclaradas. Devolvieron 150.000 euros de entradas anticipadas; casi una ruina también digna de serie tragicómica. Dicen que las deudas lo ahogan. Que no tiene fondos, que le falta crédito y, lo que es peor, credibilidad. Y que el cuarteto femenino no quiso prolongar la serie, supuestamente hasta el moño de las humillaciones del productor. Herrera repone las cosas en su sitio: «Yo no quise continuar porque estaba extenuada. Nunca volveré a simultanear dos trabajos. Pero José Luis estuvo impecable, al menos conmigo: cariñoso, atento, cumplidor. Era mi primera colaboración con él, no teníamos relación alguna, pero fue perfecto. Nada que objetar, aunque ahora dicen y hasta maldicen. Hablo de mi experiencia personal , no sé las demás. Fue estupendo trabajar con Alicia, a la que admiro siempre. Y conocer a Carmen Maura, con la que apenas tenía trato. También compartir con Concha sus momentos familiares bajos con lo de Paco Marsó», asegura Lola, centrada en el estreno de la comedia «Mi querida Matilde». «La escena es lo mío, deseo volver a pisarla», confiesa la actriz, quien se ha mostrado ilusionada con la nueva obra de su hija Natalia, un drama musical sobre los últimos días de Judy Garland. «Es un éxito mundial titulado ‘‘Al final del Arco Iris'', incluso han hecho un disco con las canciones cantadas por Natalia». Llevan un año de preparación y estrenan a finales de enero en el Marquina. Se augura un bombazo como el que logró a dúo con mamá en «Solas».
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