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Nueva York

Un cuarto «grande» seguido nuevo desafío para Nadal

La conquista de un cuarto título del Grand Slam consecutivo, un imposible para casi todos los más grandes protagonistas de la raqueta a lo largo de los tiempos, es el nuevo desafío del número uno del mundo, el español Rafael Nadal, que emprende desde el lunes la carrera por volver a reinar en el Melbourne Park, donde ya triunfó hace dos años, y sumar el décimo 'major' a su palmarés.

Nadal, que partirá como primer favorito en el cuadro individual masculino, tiene ante sí la posibilidad de acentuar su historia. Agrandar su leyenda. Tras los éxitos en el 2010 en Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos puede cerrar el círculo en Australia y completar los cuatro torneos principales del circuito de forma consecutiva.

No sería el logro la adjudicación del Grand Slam como tal, que requiere la victoria de los cuatro 'major' en un mismo año. Algo que solo han logrado el australiano Rod Laver en 1962 y 1969, y el estadounidense Don Budge en 1938.

Pero supondría un hito sin más precedentes. Fuera del alcance de leyendas de la raqueta como el suizo Roger Federer, los estadounidenses Pete Sampras, Andre Agassi o John McEnroe, el sueco Bjorn Borg o el checo Ivan Lendl, algunos de los más reputados.

Es el aliciente principal del balear en el primer Grand Slam del curso, objeto de deseo de otros aspirantes distinguidos, cargados de razones para pujar por la primera corona de relumbrón del año.

El suizo Roger Federer es el vigente campeón. Fue en el Melbourne Park donde el helvético logró su único título del Grand Slam el pasado año. Obligado por defender el trono, el quinto al que aspira, para incentivar su lucha por recuperar el número uno del mundo, su misión para el 2011.

Y es que otro récord anima el recorrido de Federer. Tiene a tiro los números de Pete Sampras, que permaneció en la cima del ránking 286 semanas. Una más de las que ha estado el tenista de Basilea antes de ser desplazado por Nadal.

Federer, que ya ha inaugurado su cosecha en el nuevo año con el triunfo en Doha, defiende 2000 puntos en Melburne. Nadal, que partirá en el 2011 con una ventaja de 3.305, solo 360. Fue cuartofinalista el pasado año, cuando se retiró lesionado de su duelo con el británico Andy Murray.

Es el escocés otro de los aspirantes. Un candidato eterno, que no termina de dar lustre a su carrera con un 'grande'. Tuvo cerca el Abierto de Estados Unidos en el 2008 y Australia en el 2010. En ambas ocasiones cayó frente a Federer.

Es el serbio Novak Djokovic el tercero de los participantes, junto a Federer y Nadal, que puede repetir éxito en el Melbourne Park, donde ya triunfó en el 2008, cuando superó al francés Jo Wilfried Tsonga.

El ruso Nikolay Davydenko carece del lustre de antaño. El sueco Robin Soderling o el checo Tomas Berdych, emprenden, desde un escalón inferior, de emprender su acometida hacia el terreno vedado por los 'clásicos'. Igual que los españoles David Ferrer o Fernando Verdasco, que disfrutó hace dos cursos de su mejor versión, o el argentino Juan Martín del Potro, dimitido de la competición durante casi un año a causa de una lesión desde que se impuso en el Abierto de Estados Unidos en el 2009.

El cuadro femenino, sin embargo, presenta más incógnitas. El cuadro está más abierto en la edición venidera dada, sobre todo, la ausencia de la vigente campeona, la estadounidense Serena Williams, aún centrada en la recuperación de su pie derecho.

A ocupar el vacío de poder acuden un puñado de aspirantes. Las belgas Kim Clijsters o Justine Henin, ansiosas por recuperar la hegemonía en la competición.

Clijsters ya ha dejado su impronta desde hace dos temporadas. Ganadora de los dos últimos Abiertos de Estados Unidos, pretende ampliar su cosecha de grandes fuera de Nueva York. Es una de las grandes candidatas.

Justine Henin finalista en el 2010 afronta el primer Grand Slam del curso con ánimo de revancha. De resarcirse del revés de la última edición de una competición que ya ganó en el 2004.

Clijsters y Henin cuentan con la experiencia y el talento de su lado. Más que la italiana Francesca Schiavone, ganadora de Roland Garros con 27 años. Aunque las condiciones de la superficie reducen sus expectativas.

El tenis femenino está pendiente de la explosión definitiva de la número uno del mundo, la danesa Caroline Wozniacki, en un evento de enjundia. Nunca ha ganado un 'major' aunque ha sido finalista del Abierto de Estados Unidos y de una Copa Masters.

Australia, que suspira por Samantha Stosur, principal baza del tenis oceánico, puede suponer un punto de inflexión para la actual dominadora de un ránking en el que pretenden hacerse escuchar otras aspirantes como la serbias Ana Ivanovic o la rusa Maria Sharapova, que siempre dejan algo que decir.