Echanove poesía gótica

El suizo Robert Walser (1878-1956) escribía historias de amor de forma obsesiva, su letra cada vez más pequeña, su mente cada vez más diluida. Un día se adentró en la nieve, dejando atrás el manicomio de Herisau (Suiza), donde estaba ingresado, y se dejó morir. En su historia, Calixto Bieito encontró un nexo y un título para «Desaparecer», un montaje que en realidad parte de la obra de otro escritor malogrado, Edgar Allan Poe (1809-1849). Bieito repite con Juan Echanove como protagonista –la unión funcionó en «Plataforma»–, acompañado esta vez por la música de la nueva musa del pop español «indie», Maika Makovski, solos ellos dos sobre el escenario.

Con ese punto de partida, explica Echanove a LA RAZÓN, el espectáculo «establece un discurso sobre Poe: una búsqueda frenética del amor en un hombre que no está preparado para ello, dominado por la perversidad, el miedo, el vértigo y el crimen, pero que en realidad lo que siempre ha querido es amar».

Poe, ese guionista de AXN
Cuenta Echanove que el escritor americano, fallecido a los 40 años por causas aún no aclaradas –¿drogas, tuberculosis...?– «era autodestructivo, dipsomaniaco, una piltrafa, pero hoy en día habría sido un guionista de AXN, de "American Horror Story", y lo hubiera hecho muy bien». Aunque el bostoniano no aparece en el montaje: «El personaje que interpreto es como el buqué que queda de todas sus narraciones, de esos personajes que creen que han muerto, que han asesinado o a los que han enterrado vivos». Y ahí estarán fragmentos de «El cuervo», «El gato negro» o «El manuscrito hallado en una botella», y algunos de sus poemas. Todo con la «potente» traducción de Julio Cortázar.

El actor madrileño es consciente de que «mi pequeña megalomanía de actor, el éxito y esas cosas, se ve cumplida en la televisión todos los jueves». Lo dice por «Cuéntame cómo pasó» y «Un país para comérselo». Y se pregunta: «¿Quién me manda meterme ahora en una gira, con unos textos complicadísimos y otra vez conBieito, que no se conforma con una cosa formal, sino que quiere algo extremo porque es el director de caña, caña, caña?». La respuesta la da él mismo: «Necesito ponerme a prueba a diario: voy a cumplir 51 años, llevo trabajando 33, si no me metiera en estos proyectos, se me olvidaría que soy un actor muy incompleto». ¿El resultado? «Mi madre me decía: "Es de lo mejor que has hecho en tu vida, pero no me pidas que me guste, me siento como la madre de un torero: cada vez que te veo en escena sufro, porque te veo sufrir". Pero es que yo nunca supe interpretar: yo vivo los personajes y me entrego hasta sus últimas consecuencias».

Makovski, una atípica reina «underground»
Makovski y Echanove forman un tándem extraño a priori. Como agua y aceite, vamos. «Yo también me dije: ¿pero qué hago yo con esta chica?». Pero asegura el actor que hay química ente ambos: «Es lo contrario de lo que uno espera de una reina del "underground", no es caprichosa y desordenada... Es una tía vitalista y estupenda. Cuando sea una estrella mundial le podré decir a mi hijo que hice una función con ella». Por cierto, la cantante de origen macedonio-balear saca disco el 3 de abril, «Thank you for the boots», y arranca gira.