la Caixa
Los abogados de Repsol acorralan al presidente de YPF
Del Rivero se abstuvo de votar el balance de la petrolera argentina
BUENOS AIRES- La revancha de Repsol. Tras meses de silencio y de haber sido ignorados por completo por el Gobierno argentino, la asamblea celebrada ayer por YPF fue la oportunidad para que los abogados de la petrolera española (propietaria del 12%) formulasen sus objeciones sobre el manejo estatal de la compañía. El nuevo patrón de la petrolera austral, Miguel Galuccio, difundió el plan de inversiones de la empresa 2012-2017. Sin embargo, según pudo saber la RAZÓN de fuentes presentes en la junta, el directivo se mostró esquivo a las preguntas de los abogados. Antes de ser expropiada, Repsol había propuesto que ese dinero fuera destinado a capitalizar YPF. Ahora, tras la junta, el Gobierno de Kirchner podrá reutilizar el capital como inversión en la empresa. Además, en una clara señal para el mercado, el directorio de YPF aprobó un reparto de 300 millones de pesos de dividendos (47 millones de euros).
Repsol preguntó en la junta cuáles eran los pasos a seguir sin obtener respuesta alguna por parte de la directiva de YPF. Por ahora, todo indica que el Gobierno argentino no tiene un plan específico de inversiones. La conclusión fue que, paradójicamente, se aprobaron las cuentas, pero no la gestión de Repsol. Además, la directiva de YPF se ocupó de salvar las cabezas de los gestores nombrados por los Kirchner durante estos años.
Lo más sorprende de la convocatoria no fue este escenario, previsible por otra parte, sino que Luis del Rivero, vicepresidente del Consejo de Repsol-YPF, se abstuvo de votar el balance.
Entre las quejas de Repsol a Galuccio figura la depreciación de la acción de YPF que antes de su expropiación estaba en 40 dólares y ayer se cotizaba a menos de una cuarta parte. La Asamblea supuso el «debut» de Carlos Slim. El multimillonario mexicano adquirió el 8,4% de YPF tras ejecutar créditos no devueltos de la familia argentina Eskenazi. Desde que se produjo la intervención y expropiación del 51% de las acciones de YPF a Repsol, el Gobierno argentino intenta buscar, sin éxito, un socio en el exterior. El principal escollo es la negativa del Gobierno de Cristina Fernández a la repatriación de dividendos y la caída de la producción los últimos meses.
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