Un gran despliegue policial permite ejecutar un desahucio aplazado dos veces

El desahucio de Mari Carmen, vecina de Carabanchel, que se atrasó en el pago de los recibos del alquiler al Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), se ha producido esta mañana a pesar de la convocatoria de la asamblea del Movimiento 15-M para frenarlo.

Más de diez furgones y decenas de agentes de la Policía Nacional y Municipal han acordonado desde las 6.30 horas las inmediaciones del edificio situado cerca de la estación del Metro de La Peseta para impedir la entrada de los indignados convocados desde la asamblea de Carabanchel, según han explicado a Efe los propios policías.

Cerca de las 10 horas, la comisión judicial ha entrado en la vivienda de la calle Cuevas de Altamira para notificar el desahucio a la afectada, mientras en el exterior unas 30 personas protestaban con gritos de "vergüenza"y "un desahucio, otra ocupación".

Mari Carmen, que vivía en este piso con su hijo menor de edad desde el año 2008 por ser víctima de violencia de género, según ella misma declaró a Efe el viernes pasado, ha salido del edificio pasado el mediodía, acompañada por un "indignado"que ha permanecido con ella en la casa durante todo el proceso.

La afectada explicó la semana pasada que se había puesto al corriente de los pagos e incluso había abonado la cantidad necesaria hasta el próximo septiembre. Un portavoz la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, de la que depende el Ivima, ha explicado a Efe que la mujer había acumulado hasta 19 recibos sin pagar.

"El Ivima no desahucia a nadie, es un juzgado quién decide", ha destacado el portavoz, que ha indicado que en otros casos se admite el pago atrasado pero no en esta ocasión, ya que la vecina generaba una "alta conflictividad"en el edifico