OPINIÓN: Siempre la Uefa

La Uefa vuelve a liarla. La semana pasada criticamos a Sa Pinto por haber imitado al árbitro y evitado una jugada de ataque en la Champions. Lo que no es normal es que los jefes del fútbol europeo tengan dos varas de medir totalmente irresponsables: para una chiquillada, que fue lo de Pinto, dos partidos de sanción. Para los gravísimos altercados del Italia-Serbia de Génova del pasado día 12, un partido a puerta cerrada para los serbios. Y a los italianos, que eran responsables de la seguridad, sólo un aviso.
Como ocurre con las leyes en general, o están mal hechas, o los jueces las interpretan como quieren: hay un máximo y un mínimo castigo en todos los actos punibles de la vida. Si castigas a uno con el mínimo, pero es una acción grave, y al otro, por una leve, con el máximo, ocurren estas cosas. Hace tiempo que se prohibieron las bengalas. Si, en lugar de un partido de fútbol, es una comitiva que conduce por una carretera española, Pere Navarro y sus agentes les hubieran empapelado por ir con bengalas, por saltar las vallas, por pegarse, y a la policía italiana por no haberlos controlado. Vamos, que en tráfico serían ocho o diez denuncias acumuladas.
Sa Pinto debe pensar que el próximo día sale más barato mandar a un espectador a echarse sobre el delantero, placarlo y que se caiga, que silbar él un fuera de juego inexistente