Tampa

Odyssey: empieza la cuenta atrás

A partir del día 24, España tendrá la custodia del tesoro de 595.000 monedas

Odyssey: empieza la cuenta atrás
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Ahora sí. La última palabra la pronunció ayer el juez Mark Pizzo en la Corte Federal de Tampa (Florida), donde se reunió con los representantes legales del Gobierno español –a quienes acompañaba Guillermo del Corral, agregado español de Cultura en la Embajada de España ante EE UU– y de la empresa «cazatesoros» Odyssey Marine Exploration. El litigio que enfrenta a ambas partes desde hace casi cinco años tiene, ahora sí, sus días contados y el tesoro de 595.000 monedas de oro y plata de la fragata «Nuestra Señora de las Mercedes», valorado en 380 millones de euros, está en el camino de vuelta. El lunes, una delegación española pondrá rumbo a los cuarteles generales donde se custodia el botín. Estará formada por seis expertos en numismática y conservación del Museo Arqueológico Nacional y del Museo Nacional de Arqueología Subacuática junto a los que viajarán dos representrantes de la Subdeirección General de Patrimonio Histórico, ocho personas en total.

Los Hércules, preparados
Allí, durante dos o tres días revisarán concienzudamente el estado en el que se encuentran las piezas y a partir del día 24 España tendrá la custodia del medio millón de monedas, lo que quiere decir que a partir de ese día podrían volar los dos aviones Hércules que ya están preparados desde hace semanas con destino a Florida para recogerlo. España tendrá diez días de plazo para traer de regreso las piezas. ¿Qué día exactamente? «Lo antes posible», contestan desde Cultura. La espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. En el Ministerio de Cultura la alegría era ayer incontenible «y la satisfacción, máxima». El juez ha dado acceso prácticamente inmediato a los bienes patrimoniales custodiados por la compañía que pilota Greg Stemm, al inventario en pleno, con lo que quedaría garantizado el retorno de todo el material. James Goold, abogado que representa los intereses de España, ha reclamado que se fije el día 29 como fecha de entrega por Odyssey de la parte del tesoro que dejó en Gibraltar antes de trasladar el resto a Estados Unidos, en 2007. Ha solicitado, además, que sean agentes judiciales de seguridad quienes garanticen la vigilancia del tesoro hasta el próximo martes, ya que actualmente nadie está pagando a la empresa propietaria del almacén en el que se encuentra, lo que hace temer por su seguridad, extremo que ha llevado al juez a realizar un receso en la vista para consultar esa posibilidad de vigilancia extra.

Además, se deniega también la petición de Odyssey de que España tuviera que pagar 306.000 euros como gastos derivados de la custodia (recordemos que al comienzo del litigio la empresa solicitó hacerse cargo de la guarda del tesoro, lo que implica correr con sus gastos).


El día más triste para los «cazatesoros»
La decisión final de Pizzo cayó ayer como un jarrón de agua gélida en la espalda de Odyssey. Según testigos presenciales de la vista, el juez fue implacable. Greg Stemm, con la batalla perdida, anunció que «era un día triste para España», y su vicepresidenta, en un alarde de mal gusto, declaró que «cualquier cosa hallada que tenga un potencial interés para España será escondida o, lo que es incluso peor, fundida o vendida en eBay».