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Bruselas

La camiseta por Oché Cortés

La Razón
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Con lo que está cayendo y las tabernas y tabernáculos no hablan de otra cosa. Que dicen que Sergio Ramos se quitó la camiseta para celebrar, y debajo llevaba la de su colega Ozil. Y dicen también que se la había puesto en el vestuario, con el sudor del alemán inserto, pegado a la piel del sevillano, en una fusión definitiva del hay un amigo en mí de Toy Story. Vamos, es como si la Merkel llega a Bruselas, se quita la blusa delante del Parlamento y, en medio del estupor aparece luciendo la camiseta interior de Mariano como símbolo de apoyo total a la gestión ahorradora del Presidente y de la Nación que dirige. Así que, a pesar de ese coñazo llamado Mouriño, se debería aprender del detalle de Sergio Ramos, pues lo mismo el mundo sería más solidario y, por qué no, mucho más inocente, que de eso también nos hace falta en este valle de Caín que habitamos. Evidentemente, de esta historia hay que extraer alguna moraleja. Seguro que a tí, que has llegado hasta esta linea sin apartar los ojos hacia otro contenido del periódico, se te ocurren un montón de ideas que sirvan para que el prójimo sienta que no está tan solo. Porque de todo lo dicho, lo que se me viene encima es que el motivo de un ser humano siempre tiene que ver con el movimiento del corazón. La pestilente época que nos ha tocado vivir nos hace ser testigos de las situaciones más rastreras. El perro dedica su tiempo a perderlo comiendo carne de perro, hay personas que funcionan de oído y montan el escenario de la maledicencia, para desarrollar un espectáculo lleno de mala leche e ignorancia. Los ignorantes son peores que los conversos. Gente capaz de arrastrar al vecino por el barro, con el único fin de crear destrozo. Por eso hoy, a pesar de todo, me quedo con lo de Sergio Ramos por esta vez y entro en el vestuario para ponerme la camiseta con tu sudor y enseñarla cuando no te lo esperes, que lo mismo te sorprendes y te apuntas a una vida con menos hiel. Me apetece mucho pensar en un mundo que puede ser mejor hasta contigo dentro, te lo juro. Que haya alivio y sálvese el que pueda.