Zapatero pide contención en el debate nuclear

Pero nunca antes habíamos visto a Zapatero huir de la confrontación y el debate ideológico sobre la energía nuclear como lo hizo ayer en una solemne e inusual declaración ante los periodistas en el Congreso de los Diputados.

Quizá fuera una señal del Apocalipsis que se nos anuncia desde Europa, quizá un síntoma del gobernante que está ya de salida y piensa más en los libros de historia que en las urnas o, según sus propias palabras, quizá sólo fuera una «reacción química» que acompañar junto a la «reflexión y la prudencia», a todo presidente en momentos difíciles. El caso es que quiso lanzar un mensaje de tranquilidad sobre la seguridad de las centrales nucleares españolas, asegurar que no existe un riesgo de accidente similar al de Japón y llamar a la «contención» en el debate sobre la energía nuclear. «Cuanto más difícil es una situación más contenidas deben ser las palabras y mayor la racionalidad», enfatizó antes de confiar en que desaparezca la acusación contra él de que es contrario a la energía nuclear por «prejuicios ideológicos»

Luego, informó que ha ordenado al Consejo de Seguridad Nuclear la revisión de todas las instalaciones de este tipo en España, que empezará por la central de Cofrentes, cuya actividad fue prorrogada por diez años justo la víspera del terremoto y el tsunami de Japón. Aún así subrayó que las plantas españolas están sometidas ya a «rigurosos exámenes de seguridad, de su estado y de la calidad de su funcionamiento», pero no descartó hacer alguna «exigencia más» a alguna de ellas «ante hipotéticos riesgos» si así lo aconsejan los nuevos exámenes.

«Japón -prosiguió- debe servir como experiencia, debemos extraer conclusiones, pero conclusiones medidas y científicamente avaladas. Hasta entonces hay que sostener las decisiones políticas». No desveló cuánto tiempo llevará la elaboración de los nuevos exámenes porque, según explicó, antes de realizar las pruebas habrá que tener un relato exacto de cómo se produjeron los hechos en Japón y eso es lo que trata de averiguar en estos momentos la comunidad científica. La prudencia del relato no le impidió, sin embargo, sostener que la edad de las centrales es un factor relevante, que «sí importa», ya que serán más seguras cuanto más modernas sean. De ahí que aprovechara para defender su decisión de cerrar en 2013 Garoña.