Ni los médicos se aclaran por Andrés ABERASTURI

Vamos mejorando: cuando se redactó la famosa Ley de Dependencia, no se consultó –según ellos mismos denunciaron– a los profesionales de la Medicina; total ¿para qué? ¿qué sabe un médico sobre la demencia senil, la parálisis cerebral o una discapacidad física? Pues eso, nada. Ahora el candidato madrileño Tomás Gómez ha elaborado un Libro Blanco de la Sanidad con división de opiniones profesionales: el Colegio de Médicos de Madrid (Icomem) se ha desvinculado de las opiniones emitidas por el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín y ha añadido que, en su caso, ni siquiera han visto este documento de propuestas. Y digo yo que si no hay forma ni de poner de acuerdo a los profesionales amparados en distintas siglas, cómo van a llegar a consensos los políticos. La único que tranquiliza un poco es que los sótanos de todas las administraciones, asociaciones, federaciones y demás cosas terminadas en «ones» están repletas de libros blancos (algunos incluso en blanco) que no pasaron de ahí: una comisión para que se redactasen, unos honorarios, un vino español en la presentación y… el olvido. Y que se desengañe el bueno de Tomás Gómez: como decía Don Mendo: para arreglar la Sanidad española, hacen falta más «…ones» y en esta caso más comunidades. Después de muchos años de transferencias, el Sistema Sanitario español o lo arreglan todos con generosidad o se nos va a pique. Lo ha dicho la propia ministra del ramo que de esto sabe mucho.