Chacón Camacho Blanco y Gabilondo

Carme Chacón
La lucha por el poder
Es uno de los miembros del Gabinete de Zapatero que tienen un futuro inmediato más definido. Chacón, sin duda alguna, dará la batalla en la sucesión al frente del partido, después de haber renunciado a hacerlo hace unos meses. Por entonces, decidió no plantar cara a Rubalcaba para evitar profundizar en la crisis abierta en el PSOE tras el varapalo recibido en las urnas el 22-M. En esa jornada, el mapa político español se vistió de azul. Después de haber dado un paso atrás en una ocasión, sus colaboradores la animan a darlo hacia adelante. En este escenario, se da por descontado, prácticamente, que anunciará su candidatura al congreso ordenario del mes de febrero, después de la investidura de Mariano Rajo y como presidente del Ejecutivo.
Lo que no hizo: mantener el peso de España en la OTAN y paliar las consecuencias de la Ley de Carrera.
Lo que no debió hacer: dejar de lado su Ministerio para intentar luchar contra Rubalcaba.
 

Antonio Camacho
A la sombra del «caso Faisán»
Se cobijará en la Cámara Baja como diputado por Zamora mientras se resuelve el conocido como «caso Faisán». Una vez quede sentenciado, planea pedir su reingreso en la carrera fiscal. Cuando se produjeron los hechos que se investigan, el actual ministro del Interior ocupaba la Secretaría de Estado de Seguridad. El juez encargado de investigar el chivatazo a la organización terrorista ETA en 2006, en pleno proceso de paz, instó hace unas semanas en un auto a que la Fiscalía se pronuncie sobre si el todavía ministro del Interior en funciones tiene que testificar o no en el caso. Éste es uno de los términos que el magistrado Pablo Ruz quiere clarificar antes de proseguir con las investigaciones del chivatazo a la banda terrorista.
Lo que no hizo: aclarar de una vez por todas el «caso Faisán».
Lo que no debió hacer: presentarse por Zamora en las generales, pese a la guerra abierta en el PSOE.
 

José Blanco
Cercado por el «campeón»
Antes de abandonar la cartera de Fomento el próximo 23 de diciembre, lidiará por última vez con la Prensa como portavoz gubernamental al término de la última reunión del Consejo de Ministros del Gabinete Zapatero. Blanco ha optado por retirarse de la primera línea de la batalla política. A partir de Nochebuena, y amparado en su acta de diputado, se empleará en cuerpo y alma en intentar sacudirse de encima el «caso Campeón». El empresario gallego Jorge Dorribo, principal imputado en la causa, lo implica en un presunto cobro de comisiones irregulares. El Tribunal Supremo resucitará el caso después del paréntesis que ha supuesto este periodo electoral. Si al final se demuestra su participación en el mismo, podría verse forzado a dejar el escaño.
Lo que no hizo: aclarar las acusaciones contra él de supuesto cobro irregular de comisiones.
Lo que no debió hacer: dejar en mínimos la inversión pública.
 

Ángel Gabilondo
De vuelta a casa
Al hermano del popular periodista Iñaki Gabilondo no le costará nada, cuando se apaguen los focos la próxima semana, apartarse de la escena política española. Su cáracter tímido y familiar (casado y con dos hijas) harán el resto. El ministro de Educación en funciones volverá a la Univeridad. Hasta su incorporación al Gabinete de Zapatero en 2009, era el rector de la Universidad Autónoma de Madrid. Las aulas son lo suyo y a ellas volverá después de Navidad. Además, dedicará su tiempo a una de sus grandes pasiones, la práctica del deporte, y a intercambiar puntos de vista sobre fútbol. Es un devoto seguidor de la Real Sociedad, con carné del club por cortesía de su padre, que se lo regaló en su Comunión.
Lo que no hizo: conseguir un pacto de Estado sobre Educación.
Lo que no debió hacer: no ha ejercido una labor de liderazgo frente a las comunidades autónomas.