Comunidad de Madrid

Playas de agua dulce

Las piscinas naturales se consolidan este verano como la alternativa más resfrescante en la capital. Los madrileños que regresan de sus vacaciones o incluso los que no han podido pisar la playa, encuentran en Madrid los rincones mejor acondicionados para disfrutar de la época estival.

Las Presillas de Rascafría (izda.), o la piscina natural de Las Berceas (abajo), en Cercedilla, son algunas de las «playas» madrileñas más concurridas
Las Presillas de Rascafría (izda.), o la piscina natural de Las Berceas (abajo), en Cercedilla, son algunas de las «playas» madrileñas más concurridaslarazon

Por ello, la Comunidad de Madrid recomienda precaución en las cinco zonas a las que ha otorgado «bandera azul» para el baño y para realizar actividades acuáticas. Los espacios únicos naturales en los que está permitido darse un chapuzón están en las inmediaciones del pantano de San Juan (San Martín de Valdeiglesias), playa del río Alberche en Aldea del Fresno, Charca Verde en La Pedriza (Manzanares El Real), las Presillas del río Lozoya (Rascafría) y los Villares del río Tajo (Estremera).

Quizá la más famosa «playa» de Madrid sea la del pantano de San Juan. Este embalse, de 14 kilómetros de «costa», se ha convertido en uno de los lugares más concurridos porque, además del baño, también están permitidas actividades acuáticas a motor. En medio de pinares, en las estribaciones de la Sierra de Gredos, dos de los lugares con mayor número de visitantes son el Cerro de San Esteban, en la orilla derecha, y la Lancha del Yelmo, en la izquierda.

Junto a San Juan, la región cuenta con cuatro parajes más para pasar un día en medio de la naturaleza. En Aldea del Fresno se ha acondicionado la ribera del río Alberche para los que buscan la tranquilidad y huir de la estresante vida de la urbe. A sólo 49 kilómetros de la capital, está preparado para acoger a los visitantes con merenderos, kioscos, fuentes de agua potable o duchas para asearse después de un baño en las aguas del Alberche. Otro de los ríos que forman el atractivo turístico de las «playas» de Madrid es el Lozoya: Las Presillas, en Rascafría, permiten disfrutar de vistas al macizo de Peñalara o Cuerda Larga. El Valle del Paular es ideal para celebrar un picnic en sus extensas praderas verdes junto a la zona de baño. Un lugar para acercarse en vehículo propio, ya que cuenta con aparcamiento a 5 euros por día. Los amantes de los animales de compañía no podrán llevar a sus mascotas a este enclave, en el que tampoco está permitida la instalación de mesas y sillas.

Caminata entre rocas y baño

La Pedriza es uno de los lugares adonde acude más gente a pasar el día. Los amantes del senderismo y la naturaleza tienen una cita obligada en este paraje y en especial en la Charca Verde. Situada en el parque regional de la Cuenca alta del Manzanares,rodeada de paredes de roca. La subida es dura, pero el camino es mucho más seguro que las sendas. Tras unos 500 metros de subida, se llega a la cima del recorrido, donde se puede ver, desde las alturas, la Charca Verde. Tras una caminata de media hora, los visitantes pueden refrescarse en las pozas de aguas frías y cristalinas características de la Pedriza.

Por último, entre los paisajes próximos al Tajo se puede visitar los Villares, en el entorno de Estremera. En esta zona se puede disfrutar de las áreas recreativas y de descanso de los Villares y Los Chorros. En ese pueblo se conserva un álamo blanco catalogado como árbol singular. Para completar el recorrido, se puede pasear por la campiña de Estremera, gracias al antiguo trazado ferroviario que unía Torrejón con Villacañas a través de Tarancón, y que fue realizado durante la Guerra Civil Española. Actualmente ha sido acondicionado como vía para los ciclistas y se lo conoce como «Tren de los 40 Días».