El ridículo del 15-M

MADRID- Hace seis meses, la jornada de reflexión previa a las elecciones autonómicas y municipales se convirtió en un clamor nacional contra el sistema político español. Decenas de miles de personas abarrotaron las plazas de las principales ciudades españolas y también de las pequeñas capitales de provincia, unidos en el espíritu del 15-M. Ayer, apenas unas decenas de «indignados» acudieron a la Puerta del Sol a las asambleas de la «jornada de reflexión colectiva» convocadas por las redes sociales.

De hecho, había más curiosos y medios de comunicación que ciudadanos interesados en las propuestas del movimiento que, poco a poco, se ha ido desinflando entre la población. Pese a que el día anterior sí llegaron a juntarse un par de centenares de personas para desafiar una vez más a la Junta Electoral, concentrándose en el comienzo de la jornada de reflexión, poco después de la medianoche se disolvieron rápidamente a causa de la lluvia.

El frío y el mal tiempo deslució asimismo las asambleas convocadas ayer en la Puerta del Sol durante la jornada de reflexión. Pese a que durante toda la tarde estuvieron llamando a participar a través de las redes sociales, finalmente sobre las nueve de la noche reconocían que «somos pocos», aunque insistieron en que el calendario de trabajo del movimiento 15-M no sigue al que marca la política tradicional. Con todo, desde las mesas instaladas junto a la estatua de Carlos III, invitaron a que cada ciudadano plantee peticiones al futuro nuevo Gobierno que resulte elegido en un atril que instalaron en el kilómetro cero.

Igualmente, todas las propuestas que los principales seguidores del 15-M y el grupo de «hackers» Anonymous han colgado en la red, no han logrado un número de seguidores suficiente para que sus protestas queden reflejadas en los tópicos del día o en los temas más visitados de internet. Asimismo, el seguimiento en el resto de España fue casi residual, con pequeños grupúsculos reunidos en algunas ciudades.

De «indignados» a «okupados»
De hecho, las únicas noticias que llamaron la atención respecto a lo realizado por el 15-M ayer fueron las ocupaciones de algunos edificios en Cataluña. Alguno de los participantes en las asambleas reconocía que la «okupación» de espacios como el Hotel Madrid o el Albéniz, más que sumar apoyos al movimiento ha hecho que cada vez menos gente se anime a seguirles.