Manhattan

DSK libre de todos los cargos

Tras noventa días desde su detención en Nueva York por una denuncia de agresión sexual, Dominique Strauss-Kahn respiró ayer aliviado después de que un juez neoyorquino diera carpetazo a su peripecia judicial en una vista que duró apenas quince minutos y en la que le retiró todos los cargos.

Strauss-Kahn y su esposa abandonan el tribunal tras conocer el fallo
Strauss-Kahn y su esposa abandonan el tribunal tras conocer el fallolarazon

«Estoy deseando volver a mi país, pero antes debo resolver algunos asuntos», afirmó un «aliviado» Strauss-Kahn a la prensa al llegar al apartamento de lujo donde tiene instalada su residencia en el barrio neoyorquino de Tribeca, procedente del tribunal de Manhattan donde recibió la noticia de que quedaba libre de cargos.

El político francés pronunciaba así sus primeras palabras en público desde su detención en Nueva York el pasado 14 de mayo y lo hacía tras haber celebrado en un comunicado el fin de la «pesadilla» que ha vivido con su familia después de que Nafissatou Diallo, una inmigrante guineana, lo acusara de agresión sexual.

DSK espera ahora «volver a su hogar y tratar de volver a tener una vida más normal», una vez que ha terminado el caso que acabó con su carrera al frente del Fondo Monetario Internacional y que cortó sus aspiraciones por hacerse con la presidencia francesa en las próximas elecciones. Como primer paso y antes de resolver esos asuntos pendientes, el político y economista recibirá el pasaporte que las autoridades estadounidenses le requisaron, según confirmaron a fuentes de la Fiscalía de Manhattan, con lo que podría coger si quisiera el primer avión rumbo a París.
Vestido con traje y corbata azul y el semblante serio, DSK había llegado al tribunal acompañado de su mujer, Anne Sinclair, vestida de traje negro, y rodeados de grandes medidas de seguridad y una amplia atención mediática.

No estuvo ni una hora en el juzgado, que abandonó con la sonrisa contenida, entre los gritos de una veintena de personas que portaban pancartas en las que se podía leer «Vete a prisión», «Justicia para Diallo», «Llevad a juicio al violador» o «DSK trata a mujeres como propiedad».
En el interior oyó con satisfacción cómo el juez Michael Obus retiró los cargos que pendían sobre él, tal y como había pedido la Fiscalía, y a la salida recibió otra noticia: un tribunal de apelaciones rechazó el recurso presentado por los abogados de la demandante, Nafissatou Diallo, contra la decisión del magistrado de no recusar al fiscal de Manhattan, Cyrus Vance.

La defensa del político francés afirmó a la salida de la vista que su cliente siempre defendió su inocencia y reiteró que lo ocurrido aquella mañana en la habitación del hotel Sofitel de Manhattan fue un encuentro sexual «consentido» entre Strauss-Kahn y Diallo.

El abogado de la demandante, Kenneth Thompson, lamentó la decisión del juez, que calificó de «decepcionante». Thompson, visiblemente molesto, indicó que una vez que se ha cerrado la puerta al caso penal, ahora continuarán «luchando» en los tribunales civiles, donde presentaron una demanda el pasado 8 de julio.

El letrado se preguntó varias veces si el fiscal y el juez habrían tomado la misma decisión si, en vez de un «hombre poderoso y con dinero», el acusado hubiese sido un «conductor de autobús del Bronx o un trabajador de la construcción de Queens». (Efe)


La derrota del fiscal Cyrus Vance
Tras una «extensa» investigación, el fiscal Cyrus Vance, que ha recibido duras críticas por su gestión de este caso, recomendó retirar los cargos porque tenía dudas sobre la credibilidad de la demandante y no podía probar «más allá de toda duda razonable» que el encuentro sexual fue «forzado y sin consentimiento», ya que descubrió que la mujer mintió en varios detalles de su vida, lo que erosionaba su versión.