Otoño primaveral por Enrique Miguel RODRÍGUEZ

Eso es lo que podría parecer viendo las revistas de los miércoles. Jessica Biel y Justin Timberlake se casan en el sur de Italia de forma muy romántica: estrellas, velas y el color rosa como estandarte. En California Anne Hathaway; en plan cuento de hadas, con Adán Schulman. La hija de Camacho también contrae matrimonio, arropada por el Marqués del Bosque y el fútbol nacional. Magdalena de Suecia anuncia boda con el yankee Cris O'Neill. Ana Rodríguez, ex de Bono, romántico viaje a París con su amigo Ernesto. Bisbal y su novia Raquel, escapada a New York con huracán incluido. Sebastián Palomo Linares con María de Mora..., ¿no es para salir con una pancarta a la calle que ponga «Viva el Amor»? Don Juan Tenorio, cuando vuelva mañana a pasear por las calles de Sevilla, se siente en una terraza, después de que haya tropezado con varios veladores y que una bicicleta le enganche la capa, leerá las revistas y estará feliz porque el amor sigue triunfando. Por cierto, me consta que Don Juan, en un panteón del cementerio de San Fernando donde ha abierto un bar americano un antiguo camarero de la hostería del Laurel, y donde el burlador de Sevilla mantiene una tertulia, se ha quejado amargamente de lo poco que han sabido aprovechar su figura Sevilla y España: «Tanto hablar de la marca España, tanto instituto Cervantes y cuando llega noviembre, que siempre ha sido mi mes, en vez de salir a las calles disfrazados de Doña Inés, Ciutti, comendadores o de mí mismo, celebran una fiesta importada de aquellas tierras salvajes que pertenecían a la Corona de España cuando yo andaba seduciendo a las hembras más bellas, desde las princesas altivas a las mujerzuelas que pescaban en ruines barcas. Menos mal que el bueno del alcalde me ha contratado este año para que me pasee por plazas y mercados y relate mis lances amorosos. Lo dicho, gracias a Zoido no me quedo un año mas en el frio ataúd. Con la humedad que tenemos, se hace el día muy largo entre cuatro maderas hasta que podemos salir a las doce de la noche a tomar una copa. Mientras tanto, todos festejando Halloween como cretinos».