Viena
Bienvenidos a Ucrania
España ha madrugado hoy para cambiar de casa en la Eurocopa. El campeonato a dos voces que organizan Polonia y Ucrania tiene inconvenientes como los 1.810 kilómetros que ha recorrido hoy «La Roja» en avión para llegar a Donetsk, la ciudad donde se disputan los cuartos de final.
Hace cuatro años, cuando el torneo se celebró en Austria y Suiza las distancias no eran tan exageradas y, además, España tuvo la suerte de no tener que moverse de Austria. Innsbruck, Salzburgo y Viena fueron las ciudades que acogieron a la selección campeona. Si España supera a Francia en el primer cruce, ya no saldría de Ucrania. La semifinal también se disputa en el Donbass Arena, la casa del Shakhtar Donetsk. Y la final del próximo 1 de julio se disputa en Kiev.
España jugará ya siempre en Ucrania, pase lo que pase. Sin embargo, su casa seguirá estando en Polonia, en Gniewino, adonde regresará una vez finalice el encuentro ante Francia. Desde allí partirá de vuelta a casa o continuará preparando las semifinales de la próxima semana.
España cambia de país y sube la temperatura. De los 18 grados que se esperan en Gdansk a la hora del partido de mañana, pasará a los 24 que se esperan en Donetsk, donde el verano no tiene condiciones, como sucede en Polonia. En Gniewino la Selección se entrena en un clima de primavera eterna en la que el aire y la lluvia suavizan los amagos de calor. «El cambio de tiempo no nos afecta demasiado. Sólo si llueve o no. Y si llueve nos evitamos los problemas con el riego», reconoce Juan Mata. Pero mañana a las 20:45 en Donetsk la lluvia no tiene previsto aparecer. La temperatura máxima prevista es de 31 grados, aunque la diferencia horaria –en Ucrania es una hora más– ayudará a disminuir los efectos del calor ante Benzema, Nasri y compañía.
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