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Justa distinción por José Antonio Vera

La Razón
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Nicolás Sarkozy ha sido el primer jefe de Estado de una República en recibir, de manos del Rey, el Toisón de Oro. Tan sólo una veintena de personalidades lo tienen, motivo por el que reviste más relieve esta distinción que premia la contribución del presidente francés a la «amistad con España», con pruebas más que sobradas particularmente en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo.

Ahora la colaboración hispano francesa contra Eta parece algo hecho y sin el mayor relieve, pero hay que recordar que no hace demasiado tiempo el país vecino era santuario de la banda y de sus asesinos con el consentimiento consecutivo de las autoridades galas, presididas unas veces por Giscard otras por Miterrand y otras por Chirac. Sólo con Sarkozy esa relación cambió radicalmente como de la noche al día, primero como responsable de la cartera de Interior, durante bastantes años, y finalmente como presidente de la República. Por esa razón es de justicia este galardón que le otorga el Rey Don Juan Carlos.

Ayer mismo el jefe del Estado vecino, en rueda de Prensa conjunta con Mariano Rajoy, volvió a reiterar su disposición personal y la de su país a una contribución total al fin de Eta, puesta de manifiesto el fin de semana con la detención de un nuevo comando armado. Sarkozy ha dicho con Rajoy que el Estado de Derecho no está en suspenso ni en España ni en Francia y que, mientras ETA siga existiendo, sus miembros serán terroristas a los que hay que perseguir y detener.

Sarkozy ha tenido claroscuros en su gestión política. Particularmente me ha decepcionado en algunas de sus decisiones más relevantes. Pero hay que reconocer que en la lucha contra Eta su ayuda ha sido total y merece ser distinguida con el Tosión de Oro que ayer le entregó el Rey.