Cataluña

El PSC se la juega con Hereu y el equipo de la consulta de la Diagonal

Los socialistas venderán la batalla de Barcelona como el punto de partida para la recuperación del PSC. 

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«El buen gobernante debe saber equilibrar el poder y la fuerza de su lado yang con la sensibilidad y la gracia del lado yin». Es un consejo del horóscopo chino para 2011, que conmemora el año de la Liebre, y del que se podría nutrir el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, que, si no hay imprevistos, el próximo 22 de mayo se jugará su futuro, y el del PSC, en las urnas.

A 3 de enero, 36 días después de que el PSC perdiera el Palau de la Generalitat, Hereu sigue esperando que el primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla, le dé su voto de confianza públicamente. Dirigentes del aparato como Miquel Iceta o José Zaragoza ya lo han hecho, pero no por ello el silencio de Montilla es menos incómodo para Hereu y su gente. Mientras esperan que Nicaragua anuncie formalmente que el PSC se jugarán la plaza de Barcelona con Hereu de candidato, el alcalde y los suyos trabajan en la estrategia para no perder la capital catalana.

Un año para olvidar

Ni las encuestas electorales ni el balance de 2010 sonríen al alcalde. Pero Hereu sigue confiando en que tiene posibilidades de mantener el cargo tras el 22 de mayo. «Yo soy optimista por naturaleza», admitió durante la tradicional cena de Navidad que el alcalde de Barcelona ofrece a la Prensa. Y lo demostró con un brindis en el que emplazó a los presentes a «vernos el año que viene».

Pero sólo con optimismo no se ganan unas elecciones. Hereu no se puede permitir ningún otro resbalón. De poco le sirve tener unas cuentas saneadas –Barcelona tiene una deuda de tan sólo 770 millones de euros, frente a los 7.000 millones de Madrid–, si los ciudadanos recuerdan 2010 como el año en que la ciudad perdió su rumbo con la consulta de la Diagonal, la pretensión de querer organizar unos Juegos Olímpicos de Invierno y el guirigay de las pajarerías de la Rambla.

En la calle se repite una pregunta: «¿Quién asesora a Hereu?». Su equipo de siempre, el delegado de Presidencia y Relaciones Institucionales del Ayuntamiento, Ignasi Cardelús; el primer secretario del PSC de Barcelona, Carles Martí, y Eduard Vicente, gerente de servicios generales, todos ellos, compañeros de militancia en el PSC de Sarrià-Sant Gervasi que se convirtieron en el núcleo duro del equipo de gobierno en cuanto Hereu relevó a Joan Clos. Además del responsable de comunicación, Carlos Vivancos, y Enric Casas, jefe de alcaldía desde diciembre de 2009 por decisión de Nicaragua. Si algún éxito puede explicar este equipo asesor es el desafío que Hereu lanzó a la cúpula del PSC tras el 28-N para seguir de candidato.

El mismo equipo se ha servido de la victoria de Artur Mas para trazar una nueva estrategia, vender la batalla de Barcelona como el punto de partida para que el PSC recupere su fuerza en Cataluña –en la capital catalana, CiU dobló al PSC por primera vez en votos en las pasadas autonómicas–. El PSC pregonará el peligro de que haya una hegemonía nacionalista a ambos lados de Sant Jaume –obviando los siete años de tripartito–. Para defenderse de sus contrincantes tendrá que preparar una buena respuesta cuando CiU y PP denuncien que llevan 32 años gobernando la ciudad.