Murcia
Miles de personas se deleitan con las joyas escultóricas del «vía crucis»
Miles de ciudadanos se han deleitado en Madrid con las quince joyas artísticas que formarán parte del "vía crucis"que presidirá hoy el papa y que será, previsiblemente, uno de los actos más multitudinarios de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Las esculturas, procedentes de doce ciudades españolas, han estado expuestas al público durante toda la mañana en el Paseo de Recoletos.
"Para mí, ver esto, es como vivir un Viernes Santo", ha dicho a Efe Benita Pérez, madrileña que ha visitado las estaciones, a las que ha calificado como "grandiosas".
Todas las obras han estado separadas del público por vallas y han estado custodiadas por policías nacionales, personal de seguridad privada y por voluntarios de la JMJ.
A pesar del fuerte calor, la afluencia de visitantes ha sido masiva, muchos de ellos han hecho fotos a las figuras, se han parado a contemplarlas e, incluso, se han emocionado, como Asunción Magdaleno, que ha contado que "ha llorado ante cada uno de los pasos".
Entre el público, además de ciudadanos, también había numerosos peregrinos que participan en las Jornadas, algunos de los cuales han aprovechado la visita para reservarse su sitio y, así, poder ver de cerca la procesión de esta noche.
Muchos se han llevado sillas plegables, paraguas para resguardarse del sol durante las próximas horas y han colocado plásticos y pañuelos en el césped para acomodarse.
"Hemos venido a las diez y media de la mañana para coger sitio", ha contado Pedro Cárdenas, peregrino de Venezuela, que ha explicado que "las obras son espectaculares; me llama la atención cómo cuidan aquí la cultura".
Teresa Sahagún, mexicana que está en Madrid por las Jornadas, ha afirmado que las obras le provocan "devoción"y que todas están tan "perfectamente caracterizadas"que le hacen llorar.
Una de las estaciones que han podido ver los visitantes ha sido 'La última cena', del escultor Francisco Salzillo y que ha sido traída desde Murcia.
"La obra ha estado en el Ayuntamiento de Madrid desde el 16 de agosto y la han traído a Recoletos a las seis de la mañana 28 nazarenos estantes. Han tardado una hora en desplazarla", ha explicado Francisco Pedredo, el comisario de pasos y patrimonio de la Cofradía de Jesús de Murcia, a la que pertenece esta joya escultórica.
Pedredo ha contado que, para trasladar la obra a Madrid, tuvieron que desmontar las trece figuras, y necesitaron un camión especial que estuvo custodiado desde Murcia por la Guardia Civil.
"Nos sentimos tremendamente orgullosos de que hayan elegido este paso para formar parte del 'vía crucis'", ha argumentado Pedredo.
Otro de las esculturas, 'El beso de Judas', de Málaga, también estuvo hasta anoche en el consistorio madrileño, cuando los costaleros la sacaron para llevarla a Recoletos.
"La obra salió a las once y media y no llegó aquí hasta las tres de la mañana. La trajimos como en una procesión, con penitentes vestidos de negro y una banda malagueña que la acompañaba", ha narrado Joaquín Durán, consejero de la Cofradía del Prendimiento malagueña, los dueños de la escultura.
El madrileño Cristo de Medinaceli, la cuarta estación, no cabía en la estructura que se preparó para la obra por lo que la figura de Jesús, que mide 1,75 metros, ha tenido que bajarse, tal y como ha explicado la responsable de comunicación de la cofradía del Cristo, Carla Garrido.
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