Valencia

Javier Arenas: «A medio plazo hará falta un Gobierno de coalición PP-PSOE»

«El Ejecutivo no puede endosarle a las comunidades las competencias en materia de prestación de desempleo»

Javier Arenas: «A medio plazo hará falta un Gobierno de coalición PP-PSOE»
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–¿La marcha de Chaves le abre la última puerta para alcanzar la Presidencia de la Junta de Andalucía? –Antes de que Chaves se fuera el PP ya estaba más cerca que nunca de ganar las elecciones en Andalucía. Y este hecho, el miedo a perder las elecciones, ha sido el detonante de su fuga al Gobierno. Es evidente que Zapatero le ha lanzado una oferta envenenada porque cree que si pierden en Andalucía, perderá también su sillón en La Moncloa. Dicho esto, el desprecio que Chaves ha demostrado hacia los andaluces en su forma de irse ha acercado aún más el gobierno de la Junta a mi partido. –Parece que en su tierra no son muy partidarios de pasar el testigo a generaciones más jóvenes.–En Andalucía el cambio sólo es posible con la alternancia. Griñán es más de lo mismo: representa el mismo fracaso que Chaves, tienen la misma edad y hasta comparten las huelgas generales que sufrieron en sus responsabilidades ministeriales. La gerontocracia prima en el PSOE andaluz porque la generación que hoy gobierna es la misma que lo hacía hace 30 años. –¿Y en su partido? ¿Usted dejará paso si fracasa en el próximo intento de llegar a la Junta andaluza? –Soy presidente del PP de Andalucía porque la primera vez que fui candidato teníamos 26 diputados y hoy tenemos 47. En los tres comicios en los que he concurrido como candidato hemos crecido en centenares de miles de votos. De no darse esa tendencia ascendente mi partido no me habría dado más oportunidades. En las próximas elecciones seré el candidato si el PP quiere y si yo creo que soy la mejor opción para que se produzca el cambio. El reto de las anteriores elecciones era situar al PP en la parrilla de partido de gobierno, y en las próximas será ganar por mayoría amplia. –¿Pero se apartará de la dirección del PP andaluz si en los siguientes comicios no consigue su objetivo de ganar y gobernar? –No tendría sentido que yo volviera a concurrir a unas elecciones si no conseguimos el gobierno de la Junta. –Volviendo a Chaves, ¿no se alegra al menos de que Andalucía tenga más peso en el Consejo de Ministros? –Andalucía tiene menos peso que nunca en el Gobierno de la Nación. Está representada por un vicepresidente sin competencias y por la ministra del inexistente Ministerio de Igualdad. –¿Cree que debería dedicarse a recentralizar un Estado autonómico, al que cada vez más voces coinciden en describir como desbordado? –Chaves debería ocuparse de que hubiera lealtad a la Constitución, de la cohesión de España y de que los españoles tengamos los mismos derechos. Pero, por lo que le conozco, me temo que su máxima obsesión va a ser evitar que las distintas comunidades le critiquen. Va a ser una especie de viajante de comercio que lleva la maleta vacía. –¿Qué responsabilidad deben asumir las comunidades en la respuesta a la crisis? ¿Está de acuerdo con la propuesta del Gobierno de que contribuyan a financiar las ayudas de los parados que se quedan sin el subsidio del desempleo? –En época de crisis todas las Administraciones públicas tienen algo que hacer. La gran responsabilidad es del Gobierno de España, pero las comunidades pueden adoptar decisiones que favorezcan la recuperación económica. La clave está en la austeridad, las reformas y la reducción de impuestos. Hace dos días presenté en el Parlamento andaluz un plan de reformas urgentes contra la crisis, mientras, el PSOE propone como presidente de la Junta al Solbes andaluz, al señor Griñán, responsable económico del millón de parados que hay en nuestra tierra. –No ha dicho qué piensa de la propuesta de Corbacho. –El Gobierno no le puede endosar a las comunidades autónomas las competencias en materia de prestación por desempleo. Las políticas pasivas son competencia exclusiva del Estado y eso afecta tanto a las prestaciones contributivas como a los subsidios de desempleo. –Entonces, las comunidades del PP no van a colaborar. –No podemos aceptar que las políticas pasivas de empleo se trasladen a las comunidades autónomas. Y no tiene tampoco ningún sentido que se diga que se va a inyectar dinero a las comunidades y que, por otro lado, se aumenten sus cargas y tengan que devolver ese dinero a través de las prestaciones por desempleo. Otra cosa son las responsabilidades en materia social, de las que, por supuesto, no pueden hacer dejación. –Hablando de austeridad, es fácil la demagogia, ¿no? Criticar el gasto del Gobierno central y mirar a otro lado ante las tentaciones en las que han caído todos. Ahí está el despilfarro autonómico. –Las comunidades más austeras han sido las gobernadas por el PP. Madrid y Murcia han reducido el número de consejerías. También lo va a hacer Feijóo en Galicia y ésa es la intención del nuevo Gobierno vasco, que va a apoyar el PP. ¿Y cuál es la líder en despilfarro? Andalucía. Tiene el mayor número de consejerías, de altos cargos y de coches oficiales. Y en tiempos de crisis remodela el palacio presidencial de Chaves por un importe de 70 millones de euros. –¿Con reducir consejerías se resuelve el problema? –Hay que reducir altos cargos, asesores, energía, gastos en publicidad institucional que no están justificados, hacer un código de buenas prácticas para que se aplique siempre... Hay quien dice que esto es el chocolate del loro, pero el loro está gordísimo.–Pero eso no lo hace nadie, ni las comunidades del PP. –Ya lo hizo el primer Gobierno de José María Aznar. Recuerdo un comentario de un ministro de entonces: «Nos han hecho ministros y nos han quitado el Ministerio». En el que yo asumí, Trabajo y Asuntos Sociales, desaparecieron el 40 por ciento de las direcciones generales. –¿Y qué pasa con los partidos? Sueldos, gastos en publicidad...–Es verdad que en España hay tareas pendientes como la de imponer un ahorro espectacular en las campañas electorales. –¿El Partido Popular se compromete a hacerlo? –En estas elecciones europeas nuestro gasto va a estar muy por debajo de los límites establecidos. Hace falta un gran pacto entre los dos partidos para renunciar a determinado tipo de propaganda. Las campañas hay que ganarlas en los medios de comunicación.–¿Están de acuerdo con el gobernador del Banco de España en que hay que abrir el debate sobre la reforma del sistema de pensiones, en la línea de retrasar, por ejemplo, la edad de jubilación? –Las contradicciones de estos días dentro del Ejecutivo recuerdan bastante al 95 y al 96, es decir, a la fase final de los ciclos de los gobiernos. En 1996 el PP heredó una Seguridad Social en situación de quiebra y ahora podemos volver a estar en un escenario parecido. Hay que sentarse de manera urgente con sindicatos, partidos y empresarios, y hay que discutir todas las propuestas. Yo soy partidario de que se pueda incrementar voluntariamente la edad de jubilación. –Usted es consciente de que la opinión pública ya no se cree las invocaciones de los dos grandes partidos al pacto de Estado, ¿no? –España necesita como el comer el pacto de los dos partidos. Hay cuestiones que no tienen arreglo sin esa alianza. A medio plazo hará falta un periodo de 8 ó 12 años de un gobierno de coalición de PP y PSOE. Hacen falta dirigentes con la altura necesaria para que eso se pueda concretar. Rajoy es un dirigente con el pacto de Estado en la cabeza. –¿La voluntad del PP es concurrir a las próximas elecciones generales con esa disposición a un gobierno de coalición? –No es una propuesta electoral, es una reflexión sobre la importancia del Gobierno de concentración a medio plazo. El PP concurrirá a las próximas elecciones manteniendo la oferta de pactos de Estado.–Ya para terminar, capítulo Garzón, si le parece. ¿Una imputación de Bárcenas, Galeote o Camps tendría una respuesta disciplinaria inmediata de la dirección del Partido Popular? –No contemplamos el escenario de la imputación de nuestros compañeros. Hay varios informes del Ministerio Fiscal que consideran que no hay ningún indicio de conducta delictiva. Creemos en las explicaciones que nos han dado y les vamos a apoyar en la defensa de su inocencia. Para nosotros carece de valor la instrucción que ha hecho Garzón. –Pero el caso está ya en manos de otros tribunales. Hay mucha documentación sin analizar y la Fiscalía también ha pedido que se siga investigando. –Vamos a seguir con mucha atención las actuaciones que se sigan en Valencia y en Madrid. Pero frente a todo lo que se ha dicho hasta ahora, nosotros damos mucho valor a la información que nos han facilitado nuestros compañeros. –En el plano político, ustedes han aplicado con vehemencia, por ejemplo contra el ya ex ministro Bermejo o contra el propio Garzón, aquello de que «la mujer del César...» En este caso, ¿no ve ni siquiera un problema estético en la proximidad a malas compañías de algunos de sus compañeros? –Los análisis de responsabilidades políticas o penales tienen que ser sobre hechos probados. Es un hecho probado que Bermejo participó de forma ilegal en una cacería, porque carecía de los permisos necesarios, y que lo hizo con Garzón. –¿No es un hecho probado que Correa y su pandilla utilizaron, cuando menos, el refugio de las faldas del PP para hacer sucios negocios? –Parece un hecho probado que hubo personas que se aprovecharon o se intentaron aprovechar del PP y que intentaron hacer negocio a costa del PP. Esas personas no tienen responsabilidades públicas. –Hay altos cargos en la Comunidad de Madrid, incluso consejeros, que han presentado su dimisión. Por algo lo habrán hecho, ¿no? ¿Han aprendido alguna lección del «caso Gürtel»? –La lección es que nunca son excesivas las medidas de control y vigilancia para evitar que alguien utilice su colaboración con un partido político para otras finalidades. –¿Las graves acusaciones que se vierten en los autos de Garzón contra compañeros con nombres y apellidos no le han provocado personalmente ni una duda ni una reflexión? –A Bárcenas y a Galeote les conozco desde hace muchos años. Nunca han fallado a la confianza que les hemos dado. Lo mismo digo de Camps. También hay otras personas señaladas a las que prácticamente no conozco.–¿Galeote debe seguir en la lista europea? –Tiene todo el derecho a aspirar a seguir en la lista europea, sin perjuicio de que es una decisión del comité electoral. –Una curiosidad, ¿usted tampoco conocía a Correa? –Yo sabía quién era. Probablemente le he saludado en algún acto público, pero nunca me he reunido con él, ni hemos almorzado o cenado juntos.