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A Raúl vuelve a lucirle el fútbol

La Razón
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Madrid- Raúl vuelve a sacar petróleo de su fútbol. Tras tres temporadas de sacrificio, rotando por diversas posiciones del extrarradio del área según las necesidades del equipo que ideaba el técnico de turno, ha vuelto al área y su rendimiento y faceta goleadora han dado un giro de 180 grados. Raúl vuelve a exhibir números de máximo goleador de la Liga –lo es junto al barcelonista Leo Messi y al sevillista Luis Fabiano con 8 goles en 14 jornadas, lo que le convierte en el más efectivo delantero nacional– y a tener opciones de optar al final de campaña al preciado título de «Pichichi» o al de «Bota de oro».

De hecho, sus números son iguales o mejores que los de las dos campañas en las que resultó ganador del premio de máximo goleador de la Liga. Iguales –con 8 dianas– a los de la temporada 2000-01, en la que terminó marcando 24 goles en 36 partidos; mejores que los de la 98-99, en la que entonces llevaba anotados 6 tantos a estas alturas de campeonato y terminó logrando 25 en los 37 partidos que jugó.

Ni Ronaldo, ni Owen, ni Van Nistelrooy... han sido los que han echado a Raúl del área, de hecho, con muchos de ellos ha formado pareja de baile cuando le han dejado, ha sido más bien el sistema ideado por los técnicos entonces a cargo del banquillo blanco o las deficiencias del equipo, sobre todo, por las bandas. Con el famoso «cuadrado mágico» de Vanderlei Luxemburgo llegó el destierro del «7», sus goles bajaron en progresión matemática y, a partir de entonces, quedó como jugador comodín tanto para López Caro como para Capello, hasta que el italiano decidió en el último tramo de la temporada pasada, cuando Robinho era de nuevo acreedor de la banda izquierda y Beckham de la derecha, realojar a Raúl en el área junto a Van Nistelrooy. Su poder goleador resurgió y el capitán anotó 5 dianas los últimos diez partidos de Liga.

Mucho tuvieron que acrecentarse las críticas al «7» para que éste llegara a insinuar, cual velada queja, lo evidente: que donde él mejor rinde es en el área, que ése es su puesto natural y que verse fuera de ella, por más que personalmente le perjudicara, lo había hecho en beneficio del colectivo. Previamente había aguantado el chaparrón durante más de dos años; que si estaba acabado, que si ya no era el que fue y debía pensar en la retirada. Opiniones sobre un futbolista de 28, 29 y 30 años.

Con Schuster a Raúl vuelve a lucirle el pelo, está de nuevo en la carrera hacia el «Pichichi», e incrementando su cuenta en Liga de Campeones para que su compañero Van Nistelrooy no le adelante como máximo goleador de la historia de la moderna Copa de Europa. «Trabajando» para él y no para los delanteros sus números vuelven a ser los de un «ferrari» (como profetizó Fernando Hierro). Pese a las tres temporadas de intermitente sequía goleadora circunstancial, Raúl acumula en Liga 195 goles (y sólo siete los ha marcado de penalti) en 460 partidos.

Jornada a jornada, Raúl se reinventa. La del sábado ante el Racing le descubrió además una faceta que hasta ahora le era ajena, la de lanzador de faltas. En un equipo donde ese dominio era de Roberto Carlos, Figo o Beckham –ahora de Sneijder o Guti– no se le recordaba marcando un gol de libre directo. Había que echar mucho la vista atrás, siete años atrás, frente al Celta. Además, marcó por partida doble, algo que no lograba en Liga hace más de dos años. Desde un 22 de septiembre de 2005, ante el Athletic. La pasada campaña en Europa sí logró un doblete, frente al Bayern de Múnich.