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Afroamérica se debate entre la euforia y el miedo

La Razón
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WASHINGTON- El próximo 20 de enero, día de la inauguración de la próxima Administración, desfilará por la Avenida Pensilvania de la capital estadounidense el próximo presidente y Barack Obama tiene todo a su favor para ser el primer negro que haga el tradicional recorrido. Hoy, en los alrededores de la histórica avenida los afroamericanos se sienten invadidos de orgullo ante la posible victoria de Obama. Pero junto a la emoción aflora rápidamente la ansiedad, el miedo de que ocurra lo inimaginable, de que estalle la violencia, de que el sueño histórico de elegir al primer mandatario negro vuelva a desvanecerse hasta quién sabe cuándo. «Creo que los americanos vamos a votar a Obama. Hemos recorrido un largo camino, pero, como dice mi mujer, es mejor no hacerse ilusiones», confiesa Thomas Warren, conductor de autobús. Como muchos estadounidenses, Warren no pensaba que Obama tuviera ninguna posibilidad hace meses. «Para empezar, nunca imaginé que pudiera ganar a los Clinton, pero mucho menos que un negro pudiera batir a los republicanos». Su escepticismo llega hasta la misma meta electoral, a pesar de las encuestas. O mejor dicho, gracias a ellas. «No te puedes fiar de que la gente no mienta en esos sondeos. Creo que en televisión dicen que Obama va a ganar para que nos confiemos y no salgamos a votar». El escepticismo entre la comunidad afroamericana tiene décadas de historia, igual que su notoria escasa participación en las elecciones. Este año, sin embargo, entre la marea humana que ya ha acudido a votar -más de 15 millones de personas han votado por anticipado- se ha visto un espectacular incremento de afroamericanos que, según las encuestas, apoyan abrumadoramente al candidato demócrata. En algunos estados sureños como Georgia, el desproporcionado auge del voto anticipado negro, un 35 por ciento, ha llevado a Obama a lanzar una ofensiva de anuncios de última hora, convirtiendo este feudo republicano en el último e insospechado estado bisagra. Bush ganó Georgia por goleada en 2000 y en 2004. Hoy, McCain está a sólo tres puntos de media por delante de su rival demócrata. Pero ni siquiera las colas para votar -ocho horas en los alrededores de Atlanta- que se ven en televisión consiguen eliminar los temores de muchos afroamericanos.