Diseño
Aveda la primera cosmética del mundo con el sello ambiental «C2C»
La compañía ha obtenido la certificación de oro para siete productos y la de plata para su sistema de envasado y empaquetado
Empezar a gestionar una empresa teniendo en cuenta al planeta, significa adentrarse en un camino que normalmente no tiene vuelta atrás. Por varios motivos: porque no se quiere hacer de otra forma, porque gusta complicarse la vida, porque, aunque nada es perfecto, esta reflexión permite ir a mejor, y porque crea adicción. Son los argumentos que desgrana Pierre Bancon, director general de Aveda España, al explicar cómo la compañía se ha convertido en «la primera empresa de cosmética del mundo en obtener el aval de sostenibilidad Cradle to Cradle (de la cuna a la cuna), o C2C, con la Certificación de Oro para siete de sus productos y la de Plata para su sistema de envasado y empaquetado». Entre las elaboraciones certificadas están su champú más veterano y vendido y otras tres nuevas, dos champús para hombre y una crema facial.Esta certificación, creada por la consultora MBDC y avalada por la Agencia de Protección y Promoción Medioambiental (EPEA), promueve «la reinvención de los procesos industriales para que todo pueda reutilizarse, bien con la vuelta del producto a la tierra como nutriente biológico no tóxico, bien a la industria como nutriente técnico reciclable una y otra vez», explica Bancon. Ciclo de vidaAsí en Aveda el planteamiento desde su fundación en 1978 es, «introducir los objetivos ambientales desde el diseño del producto, teniendo en cuenta su ciclo de vida. Por eso, el 92 por ciento de los ingredientes de todos nuestros productos tiene certificado orgánico; el resto está en proceso de transición y hay un mínimo porcentaje que está en fase de reformulación. Y el cien por cien de nuestros aceites esenciales, de los que hemos pasado de adquirir 24 toneladas en 2005 a 45 en 2008, es certificado», asegura. Por ello, para alcanzar el Aval y Certificación C2C «no tuvimos que introducir cambios en nuestros trabajo, sino permitir el acceso a las instituciones certificadoras en un proceso de transparencia para la verificación de todos los datos y procedimientos que llevamos a cabo», añade.Otra área en la que Aveda ha trabajado siempre ha sido «en introducir plástico proveniente del reciclaje en frascos y botellas. Somos la primera marca de cosmética que lo ha hecho. Para ello hemos trabajado en equipo con nuestros productores de envases para alcanzar la fórmula que diera la calidad necesaria, y hemos llegado en alguna gama a porcentajes del 80 y del cien por cien», recuerda.En el área de residuos «tenemos un ratio reutilización y reciclaje de desperdicios sólidos generados en la fábrica del 62 por ciento en el periodo 2007-2008, y abarca todo tipo de residuos: industriales, componentes reciclados, tóxicos, metales, electrónicos, etcétera», afirma Bancon.En materia energética también se declaran pioneros. «Somos la primera marca de cosmética cuya planta de producción se abastece cien por cien por energía eólica. El proceso de conversión duró casi dos años y con su utilización evitamos el vertido de 10 toneladas de CO2 al año. En nuestro centro de distribución se ha optado por la solar. El 85 por cien de la energía necesaria para su funcionamiento es solar, lo que evita la emisión de 58 toneladas de CO2 al año», concluye.
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