«Ayer me levanté con siete hermanos hoy todos lo sois»

MADRID- «Todos juntos somos muchísimo más fuertes». Así de contundentes se mostró ayer Eduardo Salva, hermano de uno de los dos guardias civiles asesinados por ETA en Calviá. Tras agradecer su apoyo a las cerca de cinco mil personas que se concentraron en Palmanova, Eduardo Salva se dirigió a los presentes conmovido y les dijo: «Ayer me levanté con siete hermanos, pero hoy todos sois mis hermanos». En ese momento, los presentes rompieron su silencio y rompieron a aplaudir.No fue la única muestra de dolor. Ayer, miles de silencios se produjeron ayer frente a los ayuntamientos de toda España como muestra de unidad y repulsa contra el terrorismo de ETA, que golpeó ésta vez en Calviá. El municipio mallorquín fue el escenario en el que se condenó de forma más enérgica el atentado que arrebató la vida a Carlos Sáenz y Diego Salva. En Palma, se habían reunido por la mañana miembros del Gobierno y el Parlamento autonómicos, del Consell de Mallorca y el Ayuntamiento. La manifestación finalizó con una gran ovación a las víctimas de la que fueron partícipes la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga; la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, y el coordinador de IU, Cayo Lara.La iniciativa llevada a cabo en Palma continuó en Pamplona, lugar de procedencia del agente Diego Salva, donde el silencio de los ciudadanos fue roto sólo por el presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, para remarcar que «tras 50 años de existencia clamando por Euskal Herria», ETA sólo ha logrado sembrar «el terror y el dolor para no conseguir ni uno de sus objetivos».En Burgos, donde nació Carlos Sáenz de Tejada, el ayuntamiento convocó una concentración en la que estuvo presente José Antonio Ortega Lara, que sufrió el secuestro más largo de ETA.De las concentraciones en el País Vasco, destacó la de Bilbao, a la que asistió Rubén Puelles, hijo del inspector asesinado Eduardo Puelles, que dio ánimo a las familias de las víctimas y declaró que los terroristas y quienes les apoyan «son una banda de hijos de puta, con todas las letras». Y es que las muestras de apoyo y solidaridad se repitieron en todas las provincias españolas sin excepción.