Irak

Barack Obama desata la euforia de los soldados en su visita sorpresa a Irak

Barack Obama desata la euforia de los soldados en su visita sorpresa a Irak
Barack Obama desata la euforia de los soldados en su visita sorpresa a Iraklarazon

EL CAIRO- El presidente Barak Obama cerró su gira por Europa abriendo las puertas a una nueva etapa en las relaciones con el mundo musulmán. Obama no sólo se ganó la amistad de los turcos con su discurso conciliador sino que sus palabras cruzaron las fronteras del país y conquistaron el corazón de sus vecinos árabes. Su visita exitosa de dos días a Turquía culminó con un encuentro con estudiantes turcos en Estambul, a los que expresó su «profundo compromiso» de establecer «una relación basada en el interés y el respeto mutuo con el mundo musulmán». Tras llamar al dialogo interconfesional, el presidente subrayó que «no podemos centrarnos solamente en nuestras diferencias». Durante su discurso, Obama instó a los musulmanes a hacer caso omiso de las «caricaturas» que retratan a los estadounidenses como «ignorantes o insensibles» y aseguró que «ése no es el país» que él ama. El mandatario dejó claro que su política se distancia de la de George W. Bush. No obstante, hay ciertos asuntos que son inamovibles en la nueva administración Obama, como el hecho de que la red terrorista Al Qaida represente una grave amenaza contra EE UU y el resto del mundo. El presidente puso el broche de oro a su actuación con una visita sorpresa a Irak. El objetivo de su visita era expresar su agradecimiento a las tropas por su «extraordinario esfuerzo» en el país árabe. Se desplazó por carretera a la base aérea de «Camp Victory» para reunirse con el comandante de sus tropas en Irak, el general Ray Odierno y saludar a los cerca de 600 soldados. Además, Obama participó en una ceremonia para imponer 10 medallas al valor. Para Obama, los próximos 18 meses en Irak son decisivos, ya que se transferirá el control de la seguridad y las autoridades de Irak deberán mostrar su responsabilidad. Obama también se reunió en la base militar norteamericana con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, fiel aliado de EE UU. Con el jefe del gobierno de Bagdad trató la situación de la seguridad y los desafíos políticos y diplomáticos en el país árabe. Al presidente estadounidense le llovieron alabanzas tanto por su respeto a las costumbres musulmanas como por su visión aperturista del Islam. Incluso, convenció a aquellos que no se consideran sus socios en la región. El ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, alabó a Obama por mostrar su apoyo a la creación de un Estado palestino, en declaraciones al margen del II Foro de la Alianza de Civilizaciones que se celebró en Estambul. También los islamistas jordanos calificaron como un hito el discurso de Obama en Turquía y lo consideraron un indicio del comienzo de «una nueva etapa» en las relaciones entre Washington y el mundo árabe. Para el Frente de Acción Islámica (FAI), principal partido opositor jordano, las palabras del presidente Obama muestran que él reconoce «la importancia de la presencia islámica en el mundo».