Bisbal extorsionado por una «fan»

Más que «fan», fanática. La Guardia Civil, en colaboración con la Policía de la República Dominicana, ha detenido a una mujer y a tres hombres en el país caribeño como presuntos autores de los delitos de extorsión, chantaje y apoderamiento de cuentas de correo electrónico de David Bisbal. Según han confirmado fuentes de la investigación a LA RAZÓN, detrás de esta trama criminal, que se dio a conocer ayer, se encuentra una joven psicóloga de 21 años, seguidora del almeriense, que quiso hacerse rica a costa del cantante y con la ayuda de cuatro amigos. Para lograrlo, elaboró un profundo perfil de Bisbal y de sus datos personales, lo que le permitió adivinar la clave de su e-mail y acceder a la documentación que allí almacenaba, desde fotografías personales a las maquetas de su próximo disco. «Pueden imaginar la tristeza, incertidumbre, ansiedad y angustia que he sentido», explicaba ayer el propio Bisbal a través de un comunicado. Amenazas Esta trama delictiva se desató en la madrugada del 18 de noviembre, como ha desvelado el artista, «cuando recibí un correo electrónico dirigido a mi dirección personal en el que una persona desconocida me avisaba de que dicha cuenta de correo había sido intervenida y, además, robado su contenido». En el mail se le amenazaba con revelar toda la información si no pagaba el correspondiente peaje, que ascendía a 80.000 euros. Tras comprobar que no se trataba de una broma, Bisbal denunció de inmediato el chantaje ante el Juzgado de Instrucción de Almería y el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil inició la investigación. Para descubrir la identidad de los extorsionadores, la Benemérita le solicitó que intercambiara correos con ellos. El artista accedió y compartió hasta 20 mensajes. Estas misivas fueron suficientes para descubrir que procedían de un colegio de República Dominicana. Al no tratarse de un ordenador situado en un domicilio particular, se hacía más complicado descubrir quién se escondía tras las amenazas, lo que obligó a desplazar a un agente hasta el país caribeño mientras Bisbal, siguiendo instrucciones de la Guardia Civil, iniciaba los trámites de un pago trampa. Fueron precisamente los datos de una de las cuentas bancarias que facilitó la «fan» para hacerse con el botín la clave que permitió desvelar su identidad y proceder a su detención. «Todo ha tenido un final feliz y los delincuentes pagarán por sus actos criminales», señala Bisbal, a sabiendas de que las Fuerzas de Seguridad han intervenido el ordenador de la mujer, pero no han podido confirmar que todas sus canciones y sus letras inéditas están a salvo o se encuentren circulando por la red.