Camps denuncia que el Gobierno aún adeuda 1200 millones a Valencia

El presidente de la Generalitat valenciana mostró ayer durante la sesión de control su total indignación por el retraso en la llegada de los 1.200 millones de euros de financiación autonómica que corresponden a la Comunidad Valenciana por su número de habitantes. Calificó de «grave e injusto» el retraso en la ejecución del acuerdo alcanzado con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Según Camps, el jefe del Ejecutivo nacional le aseguró que en tres meses el modelo de financiación autonómica reconocería ese aumento poblacional, y antes de esta primavera la Generalitat dispondría ya de la transferencia correspondiente, cifrada en esos 1.200 millones de euros.
Así se pronunció el presidente del Gobierno valenciano después de que el portavoz del Grupo Popular, Ricardo Costa, le preguntara su opinión sobre el hecho de que no se haya avanzado prácticamente nada en la revisión del actual modelo de financiación autonómica, cuando apenas queda un mes para la fecha sugerida por el presidente del Gobierno (15 de julio).
«También es grave», dijo Camps, que el ministro Manuel Chaves le dijese el pasado 22 de abril que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) se reuniría de forma «inminente» para tratar esta revisión. Y «más grave es», a su juicio, que el Gobierno condicione el acuerdo con una comunidad autónoma (en referencia a Cataluña) al acuerdo con todas las demás. Esto afectará directamente a catorce comunidades autónomas, entre ellas la valenciana, que «no tendría el dinero que le corresponde».
El presidente valenciano dijo que «es grave e injusto», por lo que «no sólo hay que denunciarlo, sino que todos, absolutamente todos, debemos recordar perfectamente que ese dinero no es del Gobierno central, sino de todos los valencianos, sobre todo del millón más de personas que viven actualmetne en la Comunitat».
En opinión de Camps, el Gobierno «ha engañado una y otra vez en esta negociación» con la Generalitat valenciana, «quien ha llevado a cabo una negociación leal». Para el presidente, ésta no es una negociación cualquiera, sino que de ella depende el «reconocimiento» de la transferencia económica que permite a la Comunitad Valenciana atender la sanidad, la educación y las políticas sociales con un «esfuerzo constante y permanente».
Por su parte, Costa, que calificó de histórico el triunfo del PP en las pasadas elecciones europeas, dijo que a Zapatero «se le acaba el crédito» de credibilidad ante este incumplimiento con las comunidades autónomas.


Cataluña: la negociación no puede ser eterna
El consejero de Economía de la Generalitat catalana, Antoni Castells, aseguró por su parte ayer que la falta de acuerdo en la financiación autonómica no puede durar «indefinidamente». Sin entrar a valorar la supuesta fecha límite del 15 de julio impuesta por José Luis Rodríguez Zapatero, al presidente de la Generalitat, José Montilla, para alcanzar un pacto en la financiación, el consejero apostó por «seguir trabajando» en este sentido. Por su parte, el secretario general de ERC, Joan Ridao, advirtió de que si ese 15 de julio no hay acuerdo de financiación satisfactorio, Cataluña deberá plantarse y seguir negociando por su cuenta, si bien se mostró partidario de que las comunidades que acepten el modelo propuesto lo puedan firmar. Según Ridao, «si Cataluña no acepta el modelo» que proponga el Gobierno, «no pasa nada, habrá que seguir negociando, pero si el resto de comunidades lo aceptan, debería cerrar el acuerdo con ellas, no es legítimo que encima nos hagan responsables a nosotros si esto no sucede». Por último, el secretario general de ICV, Joan Herrera, avisó al presidente del Gobierno de que «el electorado del PSC ha tomado nota y volverá a pasarle cuentas en las urnas».